Una denuncia por malos tratos ha destapado una red proxeneta que se había establecido en la localidad zaragozana de Caspe, pero que también tenía ramificaciones en Barcelona. Siete personas fueron detenidas en una operación llevada a cabo de forma conjunta por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Ayer pasaron a disposición judicial, cuyo magistrado acordó la libertad provisional de todos ellos, pese a que la Fiscalía solicitó el ingreso en prisión. Se apoyaba en una investigación por la que se les imputa un delito de trata de personas con el fin de explotación sexual, tenencia ilícita de armas, tráfico de drogas, también de anabolizantes, agresión sexual, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

La operación policial llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza (UOPJ) se llevó a cabo en diferentes puntos de la localidad perteneciente a la comarca del Bajo Aragón-Caspe. Hecho que sorprendió a la población, especialmente, por el gran despliegue de policial que participó, incluyendo efectivos procedentes de Madrid. De forma simultánea realizaron una entrada y registro en el club de alterne Los Almendros, en una pizzería, un gimnasio y en varios domicilios.

Como consecuencia de los mismos, el instituto armado detuvo a cinco personas, intervino armas tanto cortas como largas, cocaína y anabolizantes en el centro deportivo. Este establecimiento, al igual que el restaurante de comida italiana, eran empleados, según la investigación, para blanquear capitales procedentes de la explotación sexual de las mujeres. Otros dos fueron arrestados en Barcelona,

Los arrestados, de origen checoslovaco y rumanos, formaban, supuestamente, una organización criminal con diferentes estamentos.

El modus operandi era, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, el de contactar con jóvenes en países latinoamericanos a los que les ofrecían trabajo en hostelería. Les compraban los billetes del avión y entraban a España a través de los aeropuertos de Barcelona o Palma de Mallorca. Ahí había dos personas que las recibían y, supuestamente, las trasladaban a Caspe.

Allí eran obligadas, presuntamente, a ejercer la prostitución para saldar la deuda contraída que en algunos casos, según las denunciantes, superaba los 15.000 euros. Vivían en domicilios diseminados por la localidad zaragozana y eran explotadas sexualmente en el club de alterne, según los investigadores. Del dinero que cobraban, la organización se quedaba el 75%. Les cobraban hasta por el cambio de las sábanas entre servicio y servicio.

También eran empleadas para el tráfico de drogas, al parecer. No había fiestas blancas como tal, es decir, no se realizaban contactos protagonista con la cocaína como protagonista, pero sí estaban obligadas a ofrecer esta sustancia estupefaciente a los clientes.

Agresión sexual

Alguna de las mujeres llegó a señalar que también había sido agredida sexualmente por alguno de los miembros de la banda. La investigación todavía no está cerrada y no se descartan más arrestos.

Hace unos meses la Policía Nacional detuvo en Calatayud a seis personas que, supuestamente, formaban también una organización criminal de trata de seres humanos. Liberaron a una mujer que estaba siendo explotada sexualmente desde el año 2009. Además, amenazaban a clientes habituales de la mujer con sacar a la luz que eran los padres biológicosde un niño que ella tenía.