¿Cómo queda la escuela rural en la LOMLOE, la ley Celaá? Convendría rescatar del olvido público durante estos días de tanto ruido mediático un artículo novedoso de esa nueva ley y de vital importancia en Aragón: la escuela rural.

Hay que decir que la LOMLOE no es sino una modificación y actualización de la LOE (2006) y fue precisamente en la LOE donde se reconocía por vez primera el «carácter particular» de la escuela rural (art. 82). La LOMCE (2013) mantuvo ese artículo tal cual, pero el proyecto de LOMLOE (febrero 2019) ya daba un paso más, al hacer referencia al carácter «específico» de la escuela rural y plantear a las administraciones educativas la necesidad de proporcionarle los medios y sistemas organizativos apropiados, además de incrementar la escolarización en las enseñanzas no obligatorias.

En esa línea de avanzar hacia la igualdad de oportunidades en el ámbito rural, donde casi todos sus centros son públicos, el texto aprobado en el Congreso hace unos días va mucho más allá. Fruto de los debates en la Comisión de Educación se introdujeron enmiendas que mejoran, y mucho, ese artículo 82.

El desglose

Vayamos por sus seis apartados.

1. Se reconoce el carácter específico de la educación en el ámbito rural. Eso supone establecer criterios diferenciados en función del tipo y características de cada centro educativo en cuanto a ratios, plantillas docentes, especialidades del profesorado, atención a la diversidad, organización de las clases, agrupamientos de los alumnos, horarios lectivos, distribución de asignaturas, etc.

2. «En la educación primaria, las administraciones educativas garantizarán a todos los alumnos un puesto escolar gratuito en su propio municipio o zona de escolarización establecida» (textual), lo que implica mantener abiertas escuelas con muy pocos alumnos. En la educación básica, que incluye también la ESO y los nuevos ciclos de FP Básica, podrán escolarizarse en un municipio próximo al de su residencia, con transporte gratuito y minimizando los tiempos de desplazamiento.

3. Se impulsará el incremento de la escolarización en las enseñanzas no obligatorias, lo que sin duda incidirá en un descenso del abandono escolar temprano, uno de los problemas más preocupantes del sistema educativo español. En ese sentido, se plantea ampliar la oferta de FP con programas vinculados a las actividades y recursos del entorno, medida fundamental para la revitalización de nuestras comarcas.

4. En los centros de secundaria más pequeños, como muchos institutos públicos de nuestra comunidad autónoma, se realizará́ un ajuste razonable de los criterios para la organización de la optatividad, con objeto de que sus alumnos tengan la posibilidad de elegir asignaturas y modalidades que en estos momentos no tienen.

5. En este punto se plantean dos tipos de recursos. Por una parte, la dotación de medios y materiales de aprendizaje y de recursos educativos en internet. Por otra, la formación específica del profesorado que tiene intención de trabajar en centros rurales, asignatura pendiente en nuestras universidades. Además, se impulsará́ la realización de prácticas en los centros educativos del medio rural por parte de estudiantes universitarios y de formación profesional.

6. Como cierre de este importante artículo, se dice textualmente que «la planificación de la escolarización en las zonas rurales deberá contar con recursos económicos suficientes para el mantenimiento de la red de centros rurales, el transporte y comedor del alumnado que lo requiera y el equipamiento con dispositivos y redes informáticas y de telecomunicación y acceso a internet».

En resumen, un nuevo enfoque y una importante apuesta por la escuela rural. Podríamos seguir desgranando artículos que también tienen reflejo directo en la educación en el medio rural, como la revisión y actualización del currículo, las mejoras en la participación, la ampliación de autonomía de centro, la modernización de la formación profesional, la atención a la diversidad en una escuela inclusiva o la digitalización de la enseñanza. Pero, a falta de espacio, invito a leer el texto de la LOMLOE y luego opinar, pero no al revés. Y un titular final: la educación en nuestros pequeños pueblos tiene tanta o más calidad que la educación en los grandes centros urbanos.