Ocho meses después de la declaración del estado de alarma, las fuentes oficiales de información permiten dibujar un primer panorama del impacto del coronavirus en el empleo de las personas con discapacidad en Aragón. Y aunque el año todavía no ha concluido, las cifras actuales invitan a pronosticar un 2020 que nos dejará una caída interanual en la contratación de este colectivo profesional. En el mes de octubre (último del que existen datos disponibles) la caída anual de contratos ha sido del 17,6%, según informe presentado ayer por la Fundación Adecco.

Esta evolución vaticina un final del año en el que la contratación de este colectivo habrá caído en torno a un 15%, lo que supone volver a niveles similares a los del 2016, según estiman desde dicha entidad. Aunque el descenso anotado en octubre es inferior al registrado para todos los sectores de población --los contratos en la comunidad ha bajado a nivel general un 28,7%--, las dificultades que se ciernen sobre las personas con discapacidad son superiores, en la medida en que suelen ser las primeras en perder su empleo y las últimas en recuperarlo.

Doble crisis para este colectivo

La caída del 17,6% ha sido, no obstante, la más baja desde que se inició la pandemia. En marzo, tan solo dos semanas de estado de alarma fueron suficientes para resentir el volumen de contratos un 17%, porcentaje que escaló hasta el 35,5% en mayo, para después descender paulatinamente hasta el actual 17,6%.

Actualmente, el 64,6% de estas personas con discapacidad en edad laboral en Aragón no tiene empleo ni lo busca, un porcentaje que podría dispararse ante la falta de expectativas laborales. La crisis del coronavirus y las medidas de distanciamiento social han afectado a sectores críticos del tejido productivo, en los que habitualmente se empleaban las personas con discapacidad. Ni siquiera la crisis económica de la pasada década logró frenar la tendencia alcista del empleo de este grupo profesional.

«El descenso de las contrataciones está afectando a todos los profesionales; sin embargo, en el caso de las personas con discapacidad el riesgo de exclusión es doble, en la medida en que sus posibilidades de empleo no solo se ven empañadas por la crisis, sino por prejuicios y estereotipos que lastran su contratación», afirmó Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.