Aragón presenta una de las tasas de emancipación más elevadas de toda España, con un 18% en el primer semestre del 2020, según el Consejo de la Juventud de España (CJE). Por tanto, la probabilidad de que una persona de entre 16 y 29 años resida de forma autónoma en una vivienda es más alta que en otras comunidades, pero el índice de emancipación ha experimentado una brusca caída, mayor incluso que en la mayor parte del resto de España. En concreto, el descenso de la emancipación residencial en el segundo trimestre del 2020 ha sido de 3,1 puntos en un año, pasando del 21,1 del 2019 al actual 18%. De esta forma, la población entre 16 y 29 años de Aragón se posiciona en quinto lugar, por detrás de Cataluña, La Rioja, Madrid y Canarias.

«Aragón generalmente siempre está por encima de otros territorios porque los niveles de empleo temporal, parcialidad o las subcontrataciones en muchos casos están mejor que en otras comunidades y se da mayor facilidad para la emancipación», explica el director gerente del Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), Adrián Gimeno, que añade que «estamos ya en cifras muy similares respecto a otras comunidades, aun estando por encima».

El declive se ha prolongado en los últimos años, ya que el informe del segundo semestre del 2019, elaborado por el CJE, refleja que la tasa de emancipación sufrió una bajada porcentual de 2,3 puntos respecto al año anterior. Además, la brecha es mayor si se comparan las cifras con las del 2008, con 6 puntos menos en relación a ese año, según indica Comisiones Obreras (CCOO) de Aragón.

No obstante, desde el 2017 en Aragón se ha recibido un mayor volumen de población joven, con un crecimiento del saldo migratorio exterior (28,9 personas recibidas por cada 1.000 en el 2019 según el CJE) protagonizado por personas nacidas en el extranjero que tradicionalmente registran mayores tasas de emancipación, y que eleva la proporción de personas emancipadas.

En la actualidad se prolonga el retraso del momento de abandonar el hogar familiar para establecerse en una vivienda independiente. CCOO apunta que el empeoramiento de las condiciones salariales ha tenido un efecto directo en el retraso de la emancipación, con una de las tasas más bajas de la Unión Europea. «Junto con los bajos salarios, los altos precios de la vivienda son el otro factor determinante a la hora de retrasar la emancipación», dicen.

Cifran en más de un 101% lo que los jóvenes deberían destinar de su sueldo a la compra o alquiler de una vivienda. «Es decir, que deberían cobrar el doble para poder acceder a una vivienda digna», explica el sindicato.

El coste de los pisos

En el 2019 se produjo en Aragón uno de los mayores incrementos en el esfuerzo económico que supone el pago de la vivienda en régimen de arrendamiento (5,4 puntos). Lo que hace que en el último trimestre, según el CJE, el pago de la renta de alquiler necesaria supusiera el 65% del salario mensual neto. El coste de acceso de compra de una vivienda libre para un joven asalariado resultó algo más asequible que en el resto de comunidades, aunque solo sería una opción viable para un hogar joven, que necesitaría destinar el 22,8% de sus ingresos netos.

La actual crisis del coronavirus ha empeorado la situación de la juventud, con casi 5.000 empleos destruidos y un aumento del paro del 31,27% en Aragón. Y se prevé que los datos globales del 2020 sean todavía más desalentadores. «Con tanto paro y un empleo precario, ¿quién se independiza?, se pregunta Carmelo Asensio, economista de CCOO Aragón.

Para el sindicato, las claves para solventar la crisis de la emancipación pasan por políticas públicas encaradas a facilitar el alquiler, con la disposición del parque de viviendas público y unos alquileres a unos precios asequibles.

Desde el IAJ han solicitado al Consejo de la Juventud de España un análisis histórico que abarque las dos crisis, desde la del 2008 a la actual. Su publicación, prevista para el próximo mes de enero, permitirá conocer los detalles y causas de la bajada que se está detectando en los niveles de emancipación en la comunidad. Asimismo, este estudio servirá como base para poder lanzar en el 2021 un plan de emancipación juvenil específico de Aragón desde el IAJ. Aparte de la línea en materia de vivienda para ayudar a los jóvenes que está de alquiler, promovido por el Gobierno autonómico.

Gimeno defiende que es necesario estudiar mediante una estrategia a nivel global junto con el Estado de qué manera se puede actuar, «porque se ha detectado que es algo estructural», apunta. «Al igual que el paro juvenil, en cuanto a la emancipación no podemos quedarnos con que es algo cultural, porque es falso», manifiesta. Y augura que mientras no se rebajen las tasas y la precariedad del empleo joven a nivel estatal, será muy difícil que las cifras de emancipación joven se vayan elevando.

El IAJ gestiona una asesoría de vivienda, desde la que han detectado una mayor demanda del alquiler. Aunque hace dos años notaron un incremento sorprendente de la compra, desde el 2020 las dudas se refieren al alquiler, situaciones sobrevenidas y dificultades sobre el pago, «hemos vuelto a lo de la anterior crisis y se prioriza el alquiler», dice Gimeno.

Los compradores de viviendas: desde los 30 años

En cerca del 90% de los casos de compra de una vivienda, se trata de personas que superan los 30 años de manera general. Esta es la cifra que se baraja desde el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón. Su presidente, Fernando Baena, señala que, por debajo de esta edad, la adquisición se hace complicada. Tanto en el arriendo como en la compraventa es «casi impensable», salvo con ayudas familiares o personas muy privilegiadas.

Se trata de un problema a nivel global. Según explica Baena, para comprar una vivienda hace falta aproximadamente un 30% del importe de la misma, porque difícilmente una entidad financiera da un crédito hipotecario de más del 80%, por lo que haría falta el 20%, procedente de recursos propios, más un 10% de impuestos y gastos. «¿Qué va a pasar con esas personas jóvenes que no cuentan con ese 30%, porque no han tenido ni tiempo ni capacidad de ahorro?», se pregunta.

Esta es la incógnita del mercado, por lo que el regidor del colegio cree necesario buscar una solución a través de una fórmula, «porque si no, estamos negando el acceso a la propiedad a la gente joven», subraya.

Con el paro juvenil en pleno crecimiento continuo y disparado a raíz de la crisis del coronavirus, que una persona joven pueda independizarse se convierte en una realidad difícil de conseguir.

La fórmula más común es compartir piso, para asumir el coste del alquiler entre varias personas o una pareja que tenga dos ingresos, «porque si no es inviable». En el mes de noviembre, el precio de la vivienda de alquiler en España bajó un 1,3%, mientras que en Aragón el índice fue de -0,3% respecto a octubre.

Hoy los compradores se decantan por buscar una vivienda más grande, con terraza, zonas comunes y jardín. Estas preferencias se ponen por delante de la variable de la ubicación. «Se está valorando más el tener una habitación adicional para poder trabajar o estudiar, más que la ubicación, y antes se prefería la zona», dice el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón.