Las víctimas del atentado terrorista de la casa cuartel de Zaragoza tienen marcado el 12 de diciembre como el día en el que la vida les cambio. En 1987 ETA asesinó a cinco niñas, a dos mujeres y a cuatro guardias civiles mientras dormían. Desde ayer, 34 años después, esta fecha también significa «indignación», que es lo que les produjo la salida de prisión del ideólogo de la masacre, Francisco Mújika Garmendia, alias Pakito.

Eran sobre las 17.00 horas cuando el histórico dirigente de la banda terrorista abandonaba el centro penitenciario de Zuera (Zaragoza), después de que la Audiencia Nacional le haya reconocido el cumplimiento de 584 días en las prisiones de Francia para restarle la parte de su condena de 2.356 años de cárcel por ser el autor intelectual del atentado. De este modo ha adelantado su libertad, que estaba prevista para el próximo mes de abril de 2021.

Permanecía preso en el módulo 7, donde ingresó en 2009. Según fuentes consultadas, la decisión judicial le sorprendió al propio Pakito que llamó rápidamente a sus familiares para que fueran a recogerlo. El terrorista fue detenido el 29 de marzo de 1992 en la operación en Bidart donde se asestó el primer golpe a la cúpula de ETA formada por este etarra, José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, y José María Arregui Erostarbe, alias Fiti. El exjefe se había desvinculado tiempo atrás de la línea oficial de los presos de ETA, antes de su desaparición, motivo por el que fue expulsado del colectivo.

Hipercor y Vic, otras masacres

Entre 1987 y 1992, bajo el mando de Pakito, se cometieron los atentados con mayores números de víctimas de la historia de la organización terrorista. Además de la casa cuartel de Zaragoza, en aquella época se produjo también Hipercor en el que murieron 21 personas y otras 45 resultaron heridas, o el Vic en el que hubo 10 muertos (cinco de ellos menores) y 44 heridos, la mayoría de ellos civiles. El mismo Comando Barcelona había asesinado a seis policías en Sabadell unos meses antes, en 1991.

La puesta en libertad de Pakito sorprendió especialmente a las víctimas del atentado horas después de que realizaran un acto de homenaje en la plaza en la que en 1987 se levantaba la casa cuartel. «No me lo creía, se podía haber esperado el juez unos días y que, al menos no coincidiera con hoy -por ayer-», lamentó Lucía Ruiz que, a su vez, es la delegada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

En el acto participó Ruiz y la representante de Covite, Concha Fernández, además del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, quien destacó la importancia de «no olvidar» a las víctimas del terrorismo y tampoco a quienes fueron los verdugos, porque es necesario construir un relato basado en la verdad y que «neutralice el discurso manipulado de quienes intentan blanquear a los terroristas y justifican su actividad criminal».

En opinión de Azcón, es un deber «más necesario que nunca», porque los herederos de ETA, «que siguen glorificando a los criminales y no condenan sus actos, están siendo legitimados por otras formaciones políticas en una estrategia cortoplacista e indignante encaminada exclusivamente a mantener el poder a cualquier precio».

El alcalde mostró su deseo de Josu Ternera, esa «bestia sanguinaria» de este atentado, sea trasladada cuanto antes a España para que responda ante los tribunales de justicia.

Tras guardar un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas, Lucía Ruiz lamentó los «tiempos muy difíciles» que viven las víctimas del terrorismo porque el Gobierno de España «premia a los culpables de estos actos terroristas». «Desde el primer Gobierno de Sánchez en junio de 2018 se han autorizado 121 traslados que corresponden a 108 movimientos de etarras, 33 de ellos con delitos de sangre», apuntó, y a ninguno de esos presos se les ha exigido siquiera la colaboración con la justicia, además de que todo se produce «sin que nadie dé ninguna explicación» y después de que el ministro del Interior asegurara en 2018 que sólo acercaría a presos de ETA «puntuales, sin delitos de sangre y con la mayor parte de la condena cumplida».

La Guardia Civil, presente con su general en Aragón, Carlos Crespo, también recordó a las víctimas con un vídeo que compartió en redes sociales. Les acompañó la delegada del Gobierno y el presidente de las Cortes.