Las altas temperaturas de las últimas semanas han provocado un proceso anticipado de deshielo que ya se hace notar en buena parte de las cuencas aragonesas. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) informó ayer de que se espera una crecida «relativamente importante» del caudal del río Ebro, a su paso por Zaragoza a partir de mañana, como consecuencia de las últimas lluvias y la fusión de la nieve en sus afluentes. En todo caso, no se espera que este periodo de crecida cause daños significativos, pues el máximo previsto para este episodio se alcanzó ayer en la provincia de Navarra, concretamente a su paso por Castejón.

El caudal de los ríos aragoneses se comenzará a estabilizar a partir del martes, recuperando las capacidades habituales para esta época del año. En los lugares en los que la capacidad de los embalses lo permita, este aumento en los volúmenes de agua servirá para recuperar el nivel de los pantanos tras la pasada temporada de riegos. Este sábado el río Ebro, a su paso por la capital aragonesa, llevó un caudal de 712,44 metros cúbicos por segundo y una altura de 2,62 metros, según las mediciones del propio organismo de cuenca.

SIN RIESGO / La situación está lejos de ser preocupante, según destacaron, pues en las crecidas extraordinarias el Ebro lleva un caudal superior a los 1.700-1.800 metros cúbicos por segundo. Es en ese momento en el que las aguas pueden producir afecciones en el tramo medio del río.

Desde la CHE están trabajando en medidas naturales y poco inversivas para evitar que estos desbordes causen problemas en las poblaciones, cultivos o granjas. A este proyecto se le conoce como la Estrategia Ebro Resilience e implica además la coordinación entre administraciones para reducir el impacto de las inundaciones. Por el momento se han organizado nuevos talleres deliberativos virtuales sobre las propuestas de actuación para los tramos zaragozanos de Alcalá de Ebro a Remolinos (mañana a las 18.00 horas), y de Torres de Berrellén a Sobradiel (el martes).

Para el lunes también está convocada la reunión ordinaria del pleno de la Comisión de Desembalse de la Demarcación del Ebro para realizar un análisis sobre la situación general de la cuenca en la actualidad y para cerrar la programación de los volúmenes de agua que serán necesarios en los distintos sistemas en el próximo semestre.