La fábrica automovilística de Figueruelas va a salvar un difícil y duro 2020, marcado por el impacto de la crisis del coronavirus. Aunque no ha sido un buen año, el balance final es más satisfactorio de lo que cabía esperar tras el estallido de la pandemia, que provocó un cierre total de la actividad durante dos meses. El grupo PSA prevé que la planta aragonesa cierre el ejercicio con una producción de más de 390.000 vehículos, lo que supone una caída del 17% respecto a los 471.000 ensamblados en el 2019. Este resultado es uno de los menos negativos dentro del sector en España, donde las cifras de fabricación han llegado a caer un 30% y 35% en algunos fabricantes.

«A pesar de que hemos tenido muchos vientos en contra y que no olvidemos están todavía presentes, estoy razonablemente satisfecho de cómo estamos terminando el año y muy orgulloso del equipo que dirijo», afirmó el director de la factoría aragonesa, Juan Muñoz Codina. En este sentido, agradeció a la plantilla "su capacidad de adaptación". "Todo un ejemplo --agregó-- de cómo asumir la nueva realidad y de respeto y disciplina en la aplicación de los protocolos reforzados para proteger tanto la salud de las personas como la actividad de la planta".

El también director industrial de PSA en España destacó asimismo que este «alto nivel de actividad» se ha logrado «reforzando» la competitividad y la calidad de los vehículos producidos, «dos pilares fundamentales para garantizar el futuro». subrayó.

Respecto al 2021, advirtió que «no será fácil», ya que la continuidad de la pandemia hace que «el entorno se vuelva todavía más cambiante, con mayor incertidumbre y volatilidad». A pesar de ello, agregó, «no estoy inquieto». «Si trabajamos como este año, de manera eficiente, ágilmente y juntos, podemos hacer frente a todo lo que se nos ponga por delante», aseveró.

Satisfacción en el comité

La pandemia frustró las grandes expectativas con que la compañía iniciado el año, en el que se esperaba batir el récord productivo de la factoría zaragozana, con unas 520.000 unidades. Aunque ha quedado muy lejos de esa ansiada cifra, la fábrica ha logrado capear la situación tras acelerar su actividad en la parte final del ejercicio, sobre todo, a partir de octubre, cuando recuperó completamente el turno de noche de la linea uno —la del Opel Crossland X y Citroën C3 Aircross—, con lo que volvió a trabajar a plena capacidad en las dos cadenas de montaje y los tres turnos.

«Hemos salvado los muebles», afirmó Rubén Alonso, presidente del comité de empresa, quien destacó el «buen funcionamiento» en ventas que está teniendo en el mercado europeo la última generación del Opel Corsa, lanzado hace un año. De hecho, este modelo es el segundo más vendido de su segmento a nivel comunitario. A ello se suma, recalcó, que la versión eléctrica de este turismo «está tirando bastante bien», con una producción que superado las expectativas iniciales.

La buena marcha de la demanda en la parte final del 2020 ha hecho que se ha anulados los dos días paro técnico que estaban fijados para el mes de diciembre en línea uno.

Inversiones en la planta

Por otra parte, el grupo PSA continúa con la modernización de Figuerualas hacia una industria 4.0. El principal proyecto que se ha acometido en el 2020 ha sido la automatización del sellado en las partes móviles de las carrocerías. El área de pintura cuenta con ademas con un sistema pionero de inspección automática mediante visión artificial para el control de calidad, que se ha implantado en otras factorías de la compañía, como Vigo y Sochaux.

Este proyecto ayudará a mejorar la eficiencia de la planta aragonesa y su huella medioambiental al reducir el consumo de material (49 tonaladas anuales) y por tanto las emisiones. Se trata de una inversión superior a los 2 millones de euros cofinanciada en parte por la DGA.

A esta inversión se sumará el nuevo taller de baterías en Zaragoza que será una realidad en el primer trimestre de 2021 cuando se espera que instalaciones y personal estén preparados para ensamblar los módulos del Opel Corsa 100% eléctrico, modelo que por su buena aceptación ha incrementado su cadencia de producción suponiendo ya el 16% de todos los Corsa fabricados y hace necesario su montaje en la propia planta por motivos de capacidad, costes logísticos y eficiencia. Se ubicará en el edificio 42 de la factoría aragonesa y contará con más de 5.000 metros cuadrados y espacio suficiente adicional para poder ampliarse cuando sea necesario a futuro ensamblar las baterías de otras versiones de modelos eléctricos. Además, la factoría contará en sus instalaciones con una planta fotovoltaica de alta eficiencia.

Tres proyectos apoyados por el Gobierno de Aragón

Consciente de la necesidad de una mayor competitividad y eficiencia en Figueruelas, el Gobierno de Aragón ha apoyado a Opel España con 2.269.737,50 euros para el desarrollo de nuevos procesos para la automatización del sellado de partes móviles, la nueva planta de baterías para el desarrollo de vehículos eléctricos y el fomento de actividades de I+D relacionadas con la automatización de procesos, el diseño de nuevos procesos y el desarrollo de nuevos sistemas de suministro y comunicación interna. Estas iniciativas, asegura PSA, no se podrían realizar sin la cofinanciación del Gobierno de Aragón.

La DGA ha aportado otra cantidad adicional (1.730.262,50 euros) para la promoción de energía procedente de fuentes renovables consistente en una instalación fotovoltaica para autoconsumo de 8,640 megavatios (MW) localizada en el área sureste de la factoría de PSA, que será realizada por la empresa Prosolia Internacional S.L.