El vecino de Pedrola que protagonizó una persecución a 200 kilómetros por hora por las calles del municipio para intentar huir de la Guardia Civil y la Policía Nacional ya tuvo que sentarse en el banquillo de los acusados el año pasado. Eso sí resultó absuelto.

La Fiscalía pidió para José Manuel S. B. una condena de cuatro años de prisión después de que en un control de carretera de la Guardia Civil, en la rotonda de Tauste-Gallur de la A-126, fuera interceptado con cinco bolsitas de cocaína con un peso de 4,12 gramos y una pureza que no suele ver ser normalmente de 80,72%. También se le ocupó otro bolsa con 320,34 gramos de cafeína y 1.960 euros en diferentes billetes.

El hombre, defendido por la abogada Carmen Sánchez Herrero, alegó que era autoconsumo. Incluso su letrada presentó un informe que señalaba que estaba en tratamiento de deshabituación por consumo crónico de estupefacientes. También defendió que el dinero procedía de varios premios obtenidos en salones de juego ese mismo día. Una argumentación que dieron por buena los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza que acordaron su exoneración.

Es por ello José Manuel S. B. no tiene, a efectos prácticos de reincidencia, ningún tipo de antecedentes penales. No obstante, según fuentes consultadas, la operación llevada a cabo por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil y la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional este hombre sería reconocido entre el mundo de la droga por la calidad y pureza de la cocaína que disponía. La Guardia Civil le tomará hoy declaración, junto a su mujer, que fue arrestada por, supuestamente, blanqueo de capitales. Su esposo está siendo investigado por tráfico de drogas, un delito de contra la seguridad vial y pertenencia a grupo criminal. Ambos fueron detenidos en una dispositivo policial simultáneo en Tauste, donde fueron arrestados otros dos hombres.

Como adelantó EL PERIÓDICO, el cabecilla José Manuel S. B. intentó huir de los agentes con su vehículo, en el que iba también su mujer y el hijo pequeño, de tan solo 1 año, a los que llegó a abandonar en un descampado. La pareja tiene otro niño de 5 años. Le intentaron acorralar con los vehículos oficiales, si bien, según fuentes consultadas, este hombre de mediana edad se percató de que iban armados y decidió salir a la carrera con el vehículo. Una persecución que, en algunos momentos en los que las calles lo permitían, llegó a alcanzar los 200 kilómetros por hora. A pesar de ello fue detenido y en su vivienda le intervinieron un kilo de cocaína. Servicios Sociales de la DGA se tuvieron que hacer cargo de los niños.