La Unión Europea (UE) se ha marcado como nuevo objetivo que sus emisiones de gases de efecto invernadero (CO2 y equivalentes) sean en el 2030 al menos un 55% inferiores a las de 1990. Se trata de una meta general del conjunto de países y no obliga específicamente a cada territorio a igualar ese resultado, pero si así fuera Aragón sería la cuarta comunidad autónoma más cerca de alcanzar esa meta, a costa fundamentalmente del reciente cierre de la térmica de carbón de Andorra.

Pese a ello, todavía se encuentra muy lejos de cumplir el citado objetivo medioambiental, al haber reducido apenas un 3% la generación dióxido de carbono en los últimos 29 años.

En concreto, la comunidad ha pasado de emitir 15,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera en 1990, año que se toma como referencia para los objetivos de las políticas para frenar el cambio climático, a los algo menos de 14,8 millones en el 2019. Se trata del cuarto mayor recorte observado entre las 17 autonomías.

Solo Asturias, Castilla y León y Galicia, además de la ciudad autónoma de Ceuta, han reducido sus emisiones en un porcentaje superior. El comportamiento regional ha sido dispar: la contaminación subió en trece comunidades y bajó en cuatro.

Adiós al carbón

El Observatorio de Sostenibilidad y la consultora AIS Group han evaluado el comportamiento de las emisiones de dióxido de carbono en las autonomías, con el propósito de subrayar «la importancia de las actuaciones a escala regional y local para solucionar la emergencia climática», según refleja el referido observatorio, entidad independiente dirigida por el ecólogo zaragozano Fernando Prieto. En los siguientes puntos se sintetiza cómo aparece retratada Aragón en ese documento, cuya publicación coincide con el quinto aniversario de la llamada Cumbre de París.

A pesar del recorte de emisiones, Aragón es al cierre del 2019 la segunda autonomía con mayores intensidades del país en relación al tamaño de la población y al producto interior bruto (PIB), indicadores que certifican la alta dependencia que seguía teniendo la comunidad de los procesos productivos generadores de CO2. Cada ciudadano aragonés emite de media 11,21 toneladas, un nivel bastante superior al del conjunto de España (6,67). De hecho, solo los asturianos registran cifras superiores (19 toneladas por habitante).

Además de Aragón, han reducido sus emisiones respecto al nivel de hace 30 años Asturias, Galicia y Castilla y León, territorios con centrales de carbón y que durante el 2019 tuvieron descensos acusados de producción eléctrica térmica y por tanto de CO2. Ocurrió así al cerrar instalaciones carboneras o quedar estas fuera el mercado por la penalización económica asociada al citado gas.

Un 6% menos

En el caso de Aragón, la central de Andorra generó en el 2018 un total de 1.536 gigavatios hora (GWh), el peor dato desde que empezó a operar en el año 1981 y que todavía se ha rebajado más en el año que ahora acaba por el cierre definitivo de la planta turolense, que se oficializó el pasado 30 de junio.

El pico de las emisiones de Aragón se registró en el 2007, cuando rondó las 22,2 toneladas. Desde entonces, ha seguido una tendencia a la baja, aunque experimentando algunos repuntes en el 2011, el 2014 o el 2017, siempre al compás del rendimiento anual que fue teniendo la térmica de carbón de Andorra. La mayoría de comunidades alcanzaron el punto máximo también en el periodo 2004-2007, momento álgido de la burbuja inmobiliaria previa a la crisis.

Durante el último año (entre el 2018 y el 2019), la comunidad aragonesa ha logrado reducir sus emisiones cerca del 6%, siendo la octava autonomía con un menor volumen de emisiones. Sus 14,8 millones de toneladas de CO2 distan mucho de los 46 millones que registró Andalucía o los 44 millones de Cataluña. Y se sitúa en décima posición en emisiones totales acumuladas entre el 1990 y el 2019, con un total de 536,6 millones de toneladas. Esto equivale al 5% del total de las emisiones de España en esos casi 30 años.

La pandemia hace caer más de un 7,6% los gases contaminantes

En el 2020 se espera registrar una caída muy significativa de las emisiones contaminantes de España, debido al covid-19, incluso con porcentajes superiores al 7,6%, el ratio necesario para llegar al 2050 con cero emisiones, según el informe Radiografía de las emisiones de CO2 por comunidades autónomas 1990-2019, elaborado por el Observatorio Sostenibilidad y la consultora AIS Group.

Los autores del estudio consideran que el reto para los próximos años es «reducir las emisiones, pero sin reducir el bienestar de la población». A nivel estatal, el total de emisiones ha aumentado el 8% desde 1990, aunque en el 2019 descendió el 6% gracias básicamente al apagón de las térmicas de carbón.

El volumen de emisiones de CO2 es uno de los indicadores que recoge la ODS Maps, una herramienta lanzada recientemente por Esri, AIS Group y el Observatorio de la Sostenibilidad, cuyo objetivo es facilitar a ayuntamientos y organismos locales el desarrollo de aplicaciones, mapas y soluciones de consulta pública que permitan hacer seguimiento del cumplimiento de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de Naciones Unidas.