Cuando en la calle los termómetros marcaban apenas 5 grados, un escaparate en el centro de Zaragoza lucía en la tarde de este martes a mucha más temperatura que el resto de locales de Jerónimo Blancas. Allí, en esta vía situada entre el Coso y la calle San Miguel, dos maniquíes vivientes vestidos con ropa sugerente (y escasa para el invierno) y con juguetes sexuales en la mano animaban el ambiente de una noche de Reyes en la que, según las previsiones, muchos aragoneses recibirán como regalo uno de estos productos. La pandemia ha cambiado los hábitos y “como no se puede salir de casa”, disfrutar (solo o en pareja) en el hogar se ha convertido en una opción en auge.

Este espectáculo se ha llevado a cabo en la cristalera de un sex shop de nombre no menos sugerente: Dentro de ti. Su dueña, Esther Álvarez, pensó que esta era una buena idea de promocionar sus productos. Así, desde el primer domingo de diciembre, y en varias ocasiones hasta ayer, de 18.00 a 19.00 horas su escaparate lo han ocupado dos bailarines que ofrecen sus productos con descuentos. “En la hora en la que están bailando todos los juguetes que muestran cuestan un 50% menos. Antes de Navidad iban vestidos de Papá y Mamá Noel, pero ahora llevan una corona porque para eso es la noche de Reyes”, explicaba Álvarez.

El baile lo han protagonizado todas estas jornadas Jorge López e Inma Chopo, una de las vedettes más veteranas de El Plata. En la calle han provocado muchas torceduras de cuello: gente que se queda mirando mientras camina pero que no se atreve a parar por pudor. Y es que la vergüenza y los “tabús” siguen lastrando a este tipo de negocios, aunque cada vez menos. “Es una forma de que la gente se pare y nos conozca. Los que pasean se creen que son maniquíes normales y cuando se mueven se asustan y les hace gracia”, relata Álvarez. Chopo, por su parte, asegura que la experiencia le está resultando muy divertida. “La gente reacciona muy simpática”, dice.

La vedette Inma Chopo, con uno de los satisfyers en promoción. FOTO: ÁNGEL DE CASTRO

Esther Álvarez y su sex shop pueden presumir de que el 2020 no ha sido un mal año en lo que se refiere a las ventas. Durante el confinamiento cesó la actividad de su negocio, pero al reabrir vivió un auténtico boom de pedidos. “A las 20.00 hay que estar en casa y no puedes ir a ningún lado, así que la gente ha decidido que se lo monta en casa”, cuenta. “No está yendo nada mal. Yo no he parado”, admite también.

La dura competencia de internet

Entre los productos estrella está el ya conocido satisfyer femenino,satisfyer pero cada vez se vende más su variante masculina. Además de eso, en su tienda Álvarez tiene también vibradores, “que se venden desde siempre”, geles, lubricantes con sabor, y juegos de mesa eróticos. Estos últimos, cuenta la dependienta, se han comprado mucho para Nochevieja. “Están muy bien, son divertidos y como la gente no se ha juntado con sus familias pues…”, comenta risueña.

Su negocio está especializado también en productos BDSM, unas siglas que aglutinan diferentes prácticas sexuales como el bondage y el sadomasoquismo. Con los libros de 50 sombras de Grey muchas de estas técnicas se pusieron de moda y ahora no son pocas las personas que se acercan a preguntarle a la tienda.

Entre los clientes, las mujeres son una parte importante. “Muchas reconocen que entran a comprar porque la dependienta es una mujer, y eso les da más confianza”, cuenta Álvarez. Pero los grandes competidores de los sex shop tradicionales están, como para tantos otros comerciantes, en internet. “Hay que ser realistas y contra Amazon o Aliexpress no podemos competir en precio. Aquí les ofrecemos asesoramiento, pueden ver y tocar antes de comprar, y esto hay mucha gente que lo agradece en este tipo de productos”, cuenta Álvarez detrás de su mostrador. Mientras, en el escaparate, el ambiente seguía caldeado. Los Reyes Magos seguro que no se pierden esta noche cuando vayan a su tienda a recoger los regalos.