Aragón batió la noche del lunes al martes el récord de las temperaturas mínimas en zona habitada en lo que va del siglo XXI. Exactamente, se registraron -29,9º en la localidad turolense de Royuela, en la sierra de Albarracín y a una altitud de más de mil metros sobre el nivel del mar, según datos facilitados por un meteorólogo aficionado.

Sin embargo, a nivel oficial, la noche más gélida correspondió a Bello, junto a la laguna de Gallocanta, que arrojó 25,4º, todavía lejos del récord histórico de Aragón y de España, de -30º, que lo dio el observatorio de Calamocha-Fuentes Claras en la noche del 17 de diciembre de 1963, hace casi 60 años, explicó Rafael Requena, responsable de Aemet Aragón.

Se trata de un récord absoluto tanto regional como nacional, según cifras oficiales, subrayó. La precisión es importante porque otros meteorólogos no oficiales han facilitado datos superiores, como los -28,3º de Monteagudo del Castillo o los -28,2º de Linares de Mora, ambos en Teruel, al margen de la plusmarca constatada en Royuela.

«Hay constancia de valores superiores, en lagos del Pirineo leridano, con temperaturas de -32º, indicó Requena, que insistió en que se trata de lugares no habitados, a gran altitud y sometidos a condiciones climáticas excepcionales por su carácter extremo.

Sí se puede afirmar que se ha vivido, en zonas de Teruel, la segunda noche más fría de los últimos 60 años. De hecho, el observatorio de Teruel, que funciona desde 1986, dio ayer -21º, dos más que la temperatura mínima que había registrado hasta ahora. Daroca, sin embargo, con -18,5º, no superó su récord, establecido la ya lejana noche del 17 de diciembre de 1963, cuando el mercurio bajó en la villa a -22º.

Heladas generalizadas

Las heladas generalizadas dejadas por la borrasca Filomena han tenido graves consecuencias en todo Aragón. Se suspendieron los servicios de tren, que a partir de hoy se restablecen, parcialmente, en las líneas Zaragoza-Valencia y Zaragoza-Canfranc, con las frecuencias habituales y sin parar en todas las estaciones, pues algunas de ellas no ha dado tiempo a acondicionarlas tras el paso del temporal.

La agricultura ha sufrido, sobre todo por el hielo, mientras que en Belchite el peso de la nieve ha provocado la caída de muchas ramas de olivos. Y, en las ciudades, se han congelado numerosas tuberías de la red de distribución de agua, en particular en Calatayud y Alhama de Aragón, debido a las bajas temperaturas.

En Teruel la situación no acaba de superarse y todavía sigue vigente el dispositivo especial de limpieza. Además, aún no se ha reanudado el servicio de autobús urbano dada la presencia de hielo en las calzadas. El parque de los Fueros sigue cerrado y todavía quedan coches atrapados bajo un montón de nieve.

En Monzón, de momento ya se han vertido 6.000 kilos de sal en las calles en un intento por despejarlas y facilitar el paso de peatones y vehículos, lo que indica que las afecciones se extienden a todo el territorio. Y en Huesca, ayer, se cerró al tránsito peatonal la zona de los Porches de Galicia, en pleno centro, para retirar la nieve acumulada en los tejados, por el riesgo de aludes.

Valoración de daños

Pasado el temporal, ha llegado el momento de la valoración de daños, pero todavía no se ha procedido a una tasación exhaustiva que permita dar cifras concretas. Así lo aseguran en Mercazaragoza, que se vio afectada en una cubierta, si bien ha reemprendido el trabajo con normalidad, según fuentes del centro distribuidor.

Por otro lado, la Feria de Muestras, donde el peso de la nieve combó la cubierta de uno de los pabellones, tampoco ofreció ayer a cuánto ascenderá la reparación de los daños.

Reservas de nieve

Pero, en términos generales, la borrasca Filomena ha tenido un efecto positivo en Aragón, una comunidad a menudo deficitaria en agua. De hecho, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro, las reservas de nieve ascienden ya a 1.077 hectómetros cúbicos, por encima de los 901 de media de los últimos cinco años.

En cuanto a la red viaria, todavía hay un centenar de carreteras que discurren por Aragón que ofrecen dificultades para la circulación debido a la acumulación de nieve o la presencia de placas de hielo. Además, otras once vías están cerradas.

12 millones de pérdidas el sector del transporte

Fuentes del sector del transporte y la logística en Aragón informaron ayer que los tres días durante los que el movimiento por carretera se ha visto «suspendido» han supuesto al sector unas pérdidas que rebasan los 12 millones, solo en Aragón. «Del orden de 7.000 camiones estuvieron parados todo ese tiempo, con el consiguiente perjuicio paras las empresas y los clientes», señaló José Antonio Moliner, de Tradime, una entidad que agrupa a chóferes aragoneses. Moliner denunció que las áreas de servicio de las autovías resultan «insuficientes» para embolsar camiones, carecen incluso de baños y no están vigiladas.