Andorra continúa conmocionada y dividida por el fallecimiento de Joel García, después de que fuera abatido por un guardia civil al que trató de apuñalar durante un brote psicótico. El municipio turolense amaneció con varias pintadas en paredes en las que se señala y se califica de «asesino» y «abusador» al miembro del instituto armado. El padre calificó de «incompetentes» a los agentes en las redes sociales y, según fuentes del entorno, la familia estaría estudiando si personarse como acusación.

Mientras, la investigación puesta en marcha por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alcañiz, Dolores Basanta, continúa con la investigación, apoyada por Criminalística de la Guardia Civil. Ayer tomaron declaración a los cuatro agentes que intervinieron ante la llamada de ayuda de la familia y los sanitarios que se veían incapaces de reducir su agresividad. Durante dos horas trataron de negociar con él en el domicilio familiar, en la calle Fuente Baja.

Todo ello será remitido al juzgado, donde la magistrada será la encargada, en caso de estimarlo ella o de que se presente una denuncia penal, de incoar diligencias por un delito de homicidio. Será en ese momento cuando el agente pueda se citado a declarar en calidad de investigado y necesite un abogado que le asista.

Atención psicológica

Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel se activaron ayer los protocolos de atención psicológica para el agente que disparó en tres ocasiones contra el fallecido, ya que se encuentra muy afectado por todo lo ocurrido. Al trágico final se suma que es un miembro del instituto armado afincado en Andorra familiarmente, por lo que hay temor a que la convivencia vecinal se vea afectada. Especialmente tras la aparición de las pintadas que han sido condenadas por Jucil, AUGC y AEGC, quienes lamentan lo sucedido pero reiteraron que el guardia actuó «en defensa propia». Fuentes consultadas resaltan que los agentes siempre que abren fuego con las armas reglamentarias «disparan mínimo dos proyectiles» porque la munición perfora pero no paraliza inicialmente. De ahí que una de las balas lesionara al hermano de la víctima tras salir del cuerpo de Joel García.