Varios cientos de profesionales del sector de las peluquerías y centros de estética han salido este miércoles a la calle en varias localidades aragonesas para reclamar que se deje de aplicar un «IVA del lujo» a esta actividad, cuyo tipo impositivo subió del 8% al 21% en el 2012 con el Gobierno del PP de Mariano Rajoy. Este cambio provocó un «profundo retroceso» del negocio y la desaparición de 18.000 salones y unos 50.000 puestos de trabajo en toda España, una situación que se ha agravado con la crisis del coronavirus, lo que ha originado unas movilizaciones a nivel nacional sin precedentes en este gremio.

La principal ha tenido lugar en la plaza del Pilar, donde cerca de 200 personas se concentraron enfrente del ayuntamiento cumpliendo la distancia de seguridad exigida por las autoridades sanitarias por el covid-19. En la anterior protesta, llevada a cabo hace tres meses en este mismo lugar, apenas hubo una veintena de participantes. «El sector está más unido que nunca. No podemos sobrevivir si no nos devuelven el IVA reducido que nos pertenece», ha asegurado David Martín, dedicado a la distribución de productos de belleza, que ha sido el encargado de leer el manifiesto. También ha habido actos en Huesca, Teruel, Alcañiz, Cariñena o Borja.

«Estamos agonizando, no podemos mantener a nuestros trabajadores si seguimos así», aseguró Marta Pérez, portavoz de la plataforma que ha convocado la concentración de Zaragoza, que exige la aplicación de un tipo del 10% en el impuesto de valor añadido para «aliviar» la crisis que arrastran, con caídas de la facturación del 30% y el 40%. En este sentido, recordó que el Congreso ya aprobó una proposición no de ley hace cuatro años para hacer efectiva esta demanda con el voto favorable de PSOE y Podemos, que entonces estaban en la oposición, pero ahora que están en el Gobierno «se niegan» a hacer efectiva esta medida.

Goteo de cierres en Zaragoza

«Durante la pandemia se nos ha catalogado como esencial pero estamos pagando un impuesto de lujo», apuntó. La crisis sanitario ha sido la puntilla a los problemas de este colectivo profesional, ya que las restricciones, la reducido de aforo y los sobrecostes derivados de los protocolos de prevención y desinfección han diezmado más si cabe la afluencia de clientes, sobre todo de personas mayores y niños, según explicaron varios profesionales.

Como consecuencias de todo ello, el goteo de cierres de establecimiento de imagen personal está siendo constante, especialmente en la ciudad de Zaragoza por la fuerte competencia que existen, aunque los convocantes de la protesta carecen de datos concretos sobre este declive. La situación está siendo aún más delicado en las peluquerías situadas en centros comerciales, donde las restricciones de aforo son mayores.