POLÍTICA DE DEFENSA

Zaragoza opta a albergar una base militar que generaría 1.600 empleos

La instalación, que requiere 80 hectáreas, supone una inversión de 351 millones

Zaragoza opta a albergar una base militar que generaría 1.600 empleos

Zaragoza opta a albergar una base militar que generaría 1.600 empleos

F. V.

Zaragoza aspira a albergar una superbase logística del Ejército de Tierra que supondría una inversión de 351 millones de euros y generaría 1.600 empleos de tipo directo. A cambio, se requieren entre 70 y 80 hectáreas para su ubicación, unos terrenos que podrían encontrarse en las instalaciones castrenses de la carretera de Huesca, en las proximidades del polígono de tiro de San Gregorio.

Pero la capital aragonesa no es la única ciudad interesada en el ambicioso proyecto, denominado Colce, Concentración de los Órganos Logísticos Centrales del Ejército. Otras localidades, en torno a 10, se han postulado para acoger la macrobase, que tiene como objetivo agrupar los servicios logísticos de alto nivel que andan dispersos por el territorio nacional.

Entre ellas figuran Toledo, Córdoba, Jaén y Cáceres, poblaciones que ven en la millonaria inversión un fuente segura de empleo, como sucede con Huesca y la instalación del cuartel general de la Brigada Castillejos, un proceso actualmente en marcha.

«Es un proyecto interesantísimo», señalan fuentes del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza. «Se trata de una base para la que la capital aragonesa es una ubicación idónea, tanto por su situación geográfica como porque ya acoge instalaciones logísticas de primera importancia», en referencia a la Brigada Logística (Brilog).

Con todo, la misma fuente municipal precisa que el plan del Ministerio de Defensa posee, debido a su gran calado, un alcance «supramunicipal que va más allá de la ciudad de Zaragoza y afecta a toda la comunidad aragonesa, por lo que el ayuntamiento ha solicitado la colaboración del Gobierno de Aragón para sumar fuerzas en la consecución del objetivo.

De hecho, el consistorio zaragozano ya ha entablado contactos con Defensa y ha mostrado su interés en acoger la instalación. Todas estas gestiones se están llevando a cabo con suma discreción, habida cuenta del interés que ha despertado el proyecto Colce.

Pendientes de una decisión

«No hay que olvidar que la macrobase supondría una de las mayores inversiones que se realizan en Aragón en los últimos años», señala la misma fuente.

De momento, se sabe que el Ministerio de Defensa aún no se ha inclinado por ninguna ciudad candidata. «No hay ninguna decisión tomada», indica una fuente castrense que la elección de ubicación no es una cuestión meramente técnica, sino también de carácter político, por lo que todos los aspirantes harán valer sus contactos en las altas esferas. Por otro lado, el proyecto todavía no está dotado presupuestariamente, circunstancia que hace que todas las opciones estén abiertas.

Pero en el terreno militar Zaragoza puede recurrir a su peso en la estructura castrense en España, dado que es la segunda ciudad con mayor número de efectivos del país, solo por detrás de Madrid. «La capital aragonesa puede albergar esperanzas, sin duda», manifiesta una fuente del Ejército en la comunidad.

Varias ventajas

A favor de la ciudad del Ebro juegan factores como el hecho de que ya es sede de una de las unidades en las que se subdivide de la Brigada Logística y a que cuenta con una Base Aérea que facilita la proyección de los recursos en una época en que gran parte del esfuerzo del Ejército español se vuelca en misiones en el extranjero, tanto en actividades humanitarias como de mantenimiento de la paz en cumplimiento de acuerdos internacionales y bajo el mando de la OTAN.

Otro punto a favor de Zaragoza es su estratégica localización geográfica en medio del noreste de la península, equidistante de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao.

El objetivo de la macrobase, apuntan en medios castrenses, es «concentrar servicios y optimizar» el funcionamiento de las unidades logísticas. Se trataría de agrupar infraestructuras y capacidades (como los talleres de reparación) que se hallan dispersas por toda España, lo que merma su eficacia y dispara los gastos.

No es la primera vez que la ciudad de Zaragoza aspira a albergar una gran instalación militar como forma de dinamizar su economía, dado que estas infraestructuras, como el cuartel Sancho Ramírez de Huesca, generan numerosos puestos de trabajo indirectos, en particular en gremios de proveedores de productos y servicios.

Así, en el año 2007 la capital aragonesa pugnó por el Sistema de Vigilancia Terrestre de la OTAN (AGS), que finalmente, dos años más tarde, fue concedido a la ciudad italiana de Sigonella. Aquella base perdida hubiera entrañado una inversión millonaria y la creación de centenares de puestos de trabajo, al igual que ahora. La capital aragonesa peleó hasta el final, pero, al parecer, el Gobierno socialista de entonces no jugo bien sus bazas ante la Alianza Atlántica.

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