Cuando llegó la pandemia, Pinseque se encontraba al alza. La deuda por habitante se había reducido 70 euros por año desde 2015, las nuevas piscinas llevaban dos años acaparando la atención veraniega y el patrimonio pinsequero se revalorizaba día tras día. No obstante, en marzo del 2020, el confinamiento apareció y, como en todo el mundo, la actividad económica quedó seriamente mermada. «Durante el año hubo que tomar decisiones rápidas y, sobre todo, acertadas», cuenta el alcalde de Pinseque, José Ignacio Andrés.

Ante el frenazo, el consistorio creó tres líneas de ayudas para los más afectados: autónomos, comercios y hosteleros. Las dos primeras llegaron durante los meses del confinamiento; la tercera, en noviembre, cuando la segunda ola del virus obligó a endurecer las restricciones. Según el alcalde, las ayudas se han dado siguiendo la «urgencia de las familias que regentan las negocios». Querían «echar un capote a nivel local», como afirma Andrés, aunque le hubiera gustado ayudar todavía un poquito más. «Ojalá pudiéramos haber hecho más», explica el alcalde, siempre con autocrítica.

Para el 2021, el ayuntamiento ha presupuestado partidas locales para hacer frente a las consecuencias de la pandemia: 20.000 euros en gastos covid (desinfecciones, compra de EPIs…) y 32.000 euros para la línea de ayudas de urgencia, ampliables en caso de que fuera necesario.

En cuanto a la contención del virus, el consistorio se mostró comprometido con la limpieza de los espacios públicos, con la utilización de atomizadores y equipos de pulverización para desinfectar los tres núcleos de población. «Se ha llegado hasta el último rincón de la localidad, y todavía se continúa desinfectando», explica Andrés. Un alcalde que, además, se muestra orgulloso de sus vecinos, ya que «han demostrado su altura de miras siguiendo las recomendaciones». A ello contribuyó la buena comunicación entre consistorio y ciudadanía, ejemplificada por lo bien informada que estuvo la población sobre la evolución de la pandemia a nivel local gracias a bandos y redes sociales.

Sin embargo, aunque en el 2021 la pandemia todavía sigue presente, en Pinseque «miran con esperanza la luz al final del túnel». Por ello, la renovación de los espacios sigue a la orden del día. Cuatro de las antiguas casas de maestros van a ser rehabilitadas: dos de ellas servirán como cuartel de policía local gracias a una inversión de 240.000 euros y las otras dos, una vez adecentadas, conformarán lo que será el nuevo centro cívico de la localidad, con un coste de 266.000 euros. Además, otro centro social y lúdico se situará en la urbanización Prados del Rey gracias a una inversión de 85.000€.

Por otro lado, el regidor explica que se realizarán trabajos de mejora en la rotonda de la avenida Cortes de Aragón, punto neurálgico del tráfico en la localidad por su proximidad a las piscinas, al pabellón y al colegio. Y en las inmediaciones de la rotonda, el consistorio se encuentra en trámites con la Consejería de Educación para construir un nuevo centro educativo, dado el elevado número de nacimientos registrados en los últimos años. Todas estas actuaciones están subvencionadas por el plan PLUS de la DPZ.

Además, el consistorio destinará 47.000 euros a la rehabilitación y mejora de la planta potabilizadora, una inversión que costeará con recursos propios.

De cara al 2021, José Ignacio Andrés se muestra «cauto y esperanzado». «Nuestro deseo es llegar a una nueva normalidad. Somos conscientes de que vamos a tener que seguir vigilantes al desarrollo de la pandemia, pero también miramos con ilusión al futuro. Por ello, las inversiones muestran visos de volver a tener una vida social, cívica y de convivencia», concluye el alcalde pinsequero.