La presión asistencial de la cuarta ola de coronavirus en Aragón también es latente en los hospitales privados, donde en poco más de un mes han visto como sus ingresos de pacientes con covid crecían exponencialmente hasta alcanzar los 46 de las últimas 24 horas. El dato supone 37 personas más en comparación a las que había el 1 de enero, que apenas eran 9.

La subida ha sido gradual y paralela al avance de la curva en la comunidad y en los hospitales público. El pico de ingresos de esta ola en los privados se alcanzó el pasado 1 de febrero, con un total de 50. A partir de entonces, la presión se ha ido descongestionando al mismo ritmo que también lo ha hecho en la red pública.

Quirón es el hospital que acoge la mitad de los pacientes con covid que ahora mismo se encuentran en los centros privados de Aragón. «Estamos trabajando de la misma forma que en las olas anteriores, pero no hemos llegado esta vez a aquellos niveles», señalaba ayer a este diario el gerente de Quiron, Miguel Ángel Eguizábal. De hecho, fue a principios de esta semana cuando vivieron la mayor presión con 18 personas en planta y cuatro en uci, que ha ido bajando en los últimos días, así como también lo han hecho las urgencias de casos sospechosos.

«La unidad de cuidados está segmentada para pacientes covid y no covid, mientras que la 1ª planta del centro está destinada a la hospitalización de usuarios que sufren coronavirus. En ella tenemos 24 camas y estas solamente fueron ocupadas al 100% el 1 de abril, que fue cuando registramos los datos más elevados de toda la pandemia», dijo el gerente.

En Quirón, por el momento, no han tenido que retrasar operaciones ni cirugías, aunque sí han tenido que valorar el calendario para reorganizar el bloque quirúrgico en función de la situación. Tampoco han tenido que realizar derivaciones ni acoger a pacientes de otros centros. «La situación nos deja dos lecciones. Por un lado, la importancia de tomar decisiones muy pronto porque no sabes qué pasará mañana y, por otro, el compromiso de los profesionales, que ha sido impresionante», apuntó Eguizábal.

Derivaciones

En el caso del hospital San Juan de Dios, al no disponer de urgencias se ha convertido en un centro de gran ayuda para acoger a pacientes de Medicina Interna del Servet y del Clínico. «En diciembre bajó bastante la transmisión y nos quedamos con apenas una o dos personas con covid, pero tras la Navidad la presión subió y hubo mucha demanda de pacientes agudos», explicó Carmen Vicente, gerente del centro.

En cualquier caso, asegura que esta ola no ha sido «tan fuerte» como la de abril o noviembre. «Ahora tenemos solo nueve positivos de 140 pacientes. Nos distinguimos por los servicios de geriatría, cuidados paliativos y mucha rehabilitación, que mantenemos», dijo