Podemos volvió a marcar ayer sus diferencias con el PSOE, socios en el Gobierno cuatripartito en Aragón, en lo que respecta al grado de protección de los lobos en la comunidad. Diego Bayona, de la formación morada y desautorizado el día anterior por fuentes del Ejecutivo por su apoyo a la prohibición de la caza dado en Madrid, se reafirmó ayer en las redes sociales, a través de una serie de tuits y eludiendo cualquier aclaración o preguntas de este diario. Defendió que el pasado jueves votara sí a incluir a los cánidos en la lista de protección especial del Ministerio para la Transición Ecológica, en una postura radicalmente opuesta a la mantenida por representantes del PSOE en el Ejecutivo, compañeros suyos en la coalición.

De hecho, tras la intervención de Bayona en la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, donde los proteccionistas ganaron por 9 a 8 votos a los partidarios de permitir la caza en una votación no vinculante, el presidente de Aragón, Javier Lambán se decantó por permitir la caza del cánido y, caso de que no sea así finalmente, por compensar debidamente los daños que cause a la ganadería, según fuentes oficiales próximas al presidente.

Claro que Lambán reaccionó impulsado por el tremendo malestar causado en el PSOE de Huesca (y entre los ganaderos en general) por el voto emitido por el representante del Gobierno en la comisión que llevó a cabo la votación sobre el futuro tratamiento de la especie.

Control de la especie en caso de daños

Consciente de ello, el director general de Medio Natural esquivó ayer responder directamente a los socialistas, que consideraron que «actuó por libre» en la votación. En su lugar, Bayona se remitió a la directiva europea que rige actualmente la protección del lobo en la comunidad y que es de prohibición total de la caza. «En Aragón nunca se ha considerado una especie cinegética y nunca ha podido cazarse», remachó el director general.

Sin embargo, matizó a renglón seguido que «la catalogación como especie protegida no exime totalmente de la caza», dado que «si es necesario y se certifican los daños, se permitirán controles de población, siempre de forma regulada».

En su opinión, que demuestra aportando una estadística, ni una sola del millón de cabezas que la cabaña de ganado vacuno de Aragón perdió entre 1996 y 2016 se debió a ataques del lobo.

Apoyo a la ganadería extensiva

Por parte de la DGA hubo silencio respecto a la cuestión del lobo y el propio consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, a quien la divergencia afecta directamente, declinó hacer declaraciones.

Quien no se abstuvo de intervenir fue el PP de Huesca, que criticó «tremenda ignorancia» del Gobierno al apoyar la inclusión del lobo en el catálogo de especies protegidas, «que implica la prohibición de su caza en toda España». Y también el comité del PAR (que sí es del cuatripartito) en la Ribagorza mostró su rechazo al voto de Bayona (al que no citó) y reclamó una estrategia de apoyo a la ganadería extensiva.