Con disculpas y un cierre de filas. Así se ha resuelto por el momento la crisis interna en el PP de Zaragoza provocada por su actual presidente, Ramón Celma, tras su abrupto intento de cesar a Francisco Artajona como número dos en la provincia y su restitución en el puesto. En una reunión con el grupo de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) en la que también estuvo presente el presidente del PP aragonés, Luis María Beamonte, el responsable en Zaragoza asumió su parte de culpa en el incendio creado a la hora de construir un equipo a su medida. «Nos hemos caído, perdemos todos, pero tenemos que rehacernos», manifestó el propio Beamonte, según fuentes cercanas.

La reunión también sirvió para cerrar un nuevo organigrama en el que se tratan de compensar todos los intereses orgánicos. Tanto Beamonte como Celma manifestaron su voluntad de que el secretario general provincial, Francisco Artajona, «intensifique su trabajo con el objetivo de dinamizar la organización en el conjunto de la provincia». Además, la presidenta del grupo de la DPZ será Inmaculada de Francisco; la portavoz, Iluminada Usero (puesto del que sí sale Artajona); el portavoz adjunto, José Manuel Gimeno; la secretaria, María Ángeles Larraz; y el tesorero, José Luis Arrechea.

Experto en posverdad

Mención aparte merece el futuro del gurú Jesús Arroyo. El experto en posverdad que asesora a Celma seguirá colaborando con el presidente provincia. Sin embargo, tras la incomodidad que su presencia ha provocado en amplios sectores de la formación quedará fuera de la estructura orgánica. Su elevado sueldo a tiempo parcial y sin exclusividad no saldrá de Aragón.

Arroyo, que hasta ahora ejercía como jefe de gabinete de Celma, además de participar en la gestión de la comunicación del presidente ha trabajado en coordinar la acción del partido en toda la provincia.

Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, evitó pronunciarse directamente sobre la reorganización llevada a cabo por Celma. Según el primer edil, este tipo de decisiones son «normales» en «épocas de cambio». Una afirmación con la que trató de restar importancia a la crisis surgida en el seno del PP que achacó a «malentendidos».

Azcón se mostró convencido de que se producirán más cambios e incluso de que hay decisiones que se «van revertir», aseguró. Según el regidor de la capital aragonesa, «el PP es un partido de Gobierno, con responsabilidades en distintos ayuntamientos (como el de Zaragoza y Teruel)» que también ejercer «como oposición constructiva».

Azcón pasa página

En este sentido, destacó que este es el papel de la formación conservadora en el Gobierno central y el autonómico por lo que apeló a que se ejerza «una oposición responsable» para que exista una alternativa de Gobierno en las próximas elecciones.

«Lo que pasó, evidentemente está pasado y vamos a seguir construyendo de cara al futuro», declaró al precisar que los cambios que «se coordinarán no solo con lo que pueda tocarnos a nosotros, sino con la dirección regional y, por supuesto, con la dirección nacional del partido».