La cuarta ola de coronavirus en Aragón se desvanece y muestra de ello fueron los 99 contagios que se detectaron este domingo, que son la cifra más baja que se registraba desde el pasado mes de diciembre, antes de la Navidad, cuando la comunidad acababa de superar el penúltimo envite del virus. A pesar de ello, sigue habiendo 622 pacientes covid ingresados en los hospitales aragoneses, de los cuales 86 están en una unidad de cuidados intensivos. Son solo dos menos que los enfermos críticos que estaban en la uci hace una semana. El descenso está siendo lento.

Así, desde que comenzó el mes, los pacientes en uci por covid solo han descendido un 8,51%, mientras la tasa de incidencia a siete días en Aragón, en ese mismo periodo, ha bajado más de un 51% (pasando de 337,83 a 165,35 casos por cada 100.000 habitantes).

Ante la bajada de los contagios, la DGA ha planteado esta semana una relajación en las medidas de contención del covid, pero la situación ahora dista de la que se dio en otros procesos de desescalada. Por ejemplo, el 26 de noviembre, cuando se decretó el desconfinamiento de las tres capitales aragonesas, que para entonces llevaban cerradas algo menos de un mes, el número de pacientes ingresados en los hospitales de la comunidad era de 571, de los cuales 98 estaban en la uci. Entonces, había menos hospitalizados pero más personas en cuidados intensivos. Y Huesca (que ahora no está cerrada), Zaragoza y Teruel se abrieron.

Si bien es cierto, los interiores de la hostelería estaban cerrados para entonces y no fue hasta el 12 de diciembre cuando se permitió su reapertura al 30% (el mismo límite que tienen ahora). Aquel día, había 420 pacientes covid en los hospitales, 63 de ellos en uci. Son 202 personas menos ocupando camas en los centros hospitalarios que ahora.

Así, algunos expertos, como el epidemiólogo zaragozano Nacho de Blas, han insistido ya en varias ocasiones a que se espere todavía a que baje la ocupación en los hospitales para comenzar con la apertura. «Entre 300 y 350 hospitalizados» sería una cifra razonable para plantearse flexibilizar las limitaciones, según declaró De Blas a este diario hace algunas jornadas.

Así, Aragón se enfrenta a un nuevo proceso de desescalada después de meses en los que el covid apenas ha dado un respiro a los sanitarios de la comunidad. Cada momento ha sido diferente y el conjunto de la comunidad nunca ha avanzado de la misma forma, aunque ahora existe un factor con el que no se contaba antes: las vacunas.

El proceso de inoculación debería influir positivamente en la cifra de ingresados, puesto que esta semana se completará la inmunización en las residencias y se comenzará el de los mayores de 80 años. Este, en concreto, comenzará hoy de forma oficial, aunque en algunos municipios algunos ancianos ya han recibido dosis provenientes de las sobras de las residencias y los centros de salud.

En total, en los próximos días se van a distribuir 1.800 vacunas entre los mayores de 80 años y la citación se realizará desde los centro de salud. También continúa el proceso de inoculación de los estudiantes de Ciencias de la Salud, aunque este sector, más joven, no suele ocupar camas de hospitalización, lo que no influirá tanto en el futuro. Mientras, en España se comienza a hablar de la cuarta ola.