La detención del rapero Pablo Hasél ha levantado una polvareda en forma de manifestaciones y disturbios en las calles y posiciones de todo color en las redes sociales. Este diario ha recopilado el parecer de seis artistas aragoneses sobre el asunto.

‘Rapsusklei’: «No tendría que haber límites sino educación»

El rapero zaragozano Rapsusklei (Diego Gil Fernandez) lo tiene claro: «Lo que representa esta condena es que es el primer artista, creo que europeo, que entra a la cárcel por tuits y canciones. Me parece en el 2021 un salto hacia atrás, ya no en la libertad de expresión, de derechos. Yo no le encuentro sentido», apunta el artista. Casos mediáticos y sociales como el de Hasél, reavivan el debate sobre los límites de la libertad de expresión «No creo que tenga que haberlos, lo que tendría que haber sería educación, en todo caso un límite moral en cada artista. Si un artista quiere cagarse encima de una obra de arte también lo puede hacer, o estos casos que ha habido con la Iglesia de gente que ha blasfemado, quizá a esa persona también le ofenda que la iglesia viole a niños. Creo que es educación y principios. En mi caso no falto al respeto de esa manera. A mi Pablo Hasél no me gusta como rapea pero defiendo su libertad de expresión», comentó Rapsusklei y añade lo que puede suponer para la cultura estas sentencias: «Me parece un toque de atención como diciendo ‘no os paséis, no digáis mucho que os metemos presos’».

Paco Paricio: «El creador tiene que tener mucha libertad»

Paco Paricio, de los Titiriteros de Binéfar, cree que «la sociedad tiene que encontrar el camino para que nos podamos mover con absoluta libertad. Hace poco escuché a Margarit en la radio decir una barbaridad con la que estoy de acuerdo. Si todo el dinero que se gasta en el ejército, en la policía y en armamento se usara en educación y cultura, tendríamos que ver cómo funciona la sociedad. Creo que hacemos una lectura de las cosas muy cortoplacista porque ¿qué pasará dentro de muchos años cuando analicemos esto? Pues igual vemos que era un hombre joven que creaba protestando. ¿Se puede hacer una lectura para ir a por él? Yo creo que tenemos que tener una sociedad que permita a los jóvenes expresarse...», señala Paricio, quien recuerda que su compañía tuvo algún problemilla sin consecuencias con la Guardia Civil cuando estrenaron El bandido cucaracha en 1989: «¿El monopolio de la violencia lo tiene que tener el Estado? Pues mire, igual sí, pero el creador tiene que tener mucha libertad y una obra de arte se tiene que interpretar desde el lenguaje metafórico, no desde el lenguaje estricto. Y los cargos públicos deben estar expuestos a esas cosas".

Yann Leto: «Si me autocensurara tendría que dejarlo»

«Si hablamos de libertad de expresión tiene que ser completa. Estamos en una democracia y el poder no tiene que meter mano ahí». Así de contundente se muestra el artista francés Yann Leto, que reside entre Madrid y Zaragoza, y que ha estado en el punto de mira en más de una ocasión por alguno de sus trabajos: «El arte tiene que tener un elemento provocador pero lo tiene también Matisse o Kandinsky... Cada pintura está hecha en un contexto social político concreto. A partir de que alguien coja un pincel ya empieza a expresar su sensibilidad y a tomar posición sobre lo que él cree que es lo mejor para la sociedad, criticando el poder y para que la gente pueda tener libertad», dice antes de asegurar que siempre ha hecho lo que le ha dado la gana porque si se autocensurara, «debería dejarlo por no ser sincero».

En cuanto al asunto de Hasél, Leto defiende «que diga lo que le dé la gana pero no estoy de acuerdo con ese extremismo, no me interesa defenderle por eso, sus ideologías no son las mías pero quiero que pueda decirlas. Me interesa más la guerra de Félix Romeo cuando fue insumiso, sin armas ni extremismos. Eso es una guerra bonita».

Javier Joven: «Hay que ser libre pero hay que formarse»

El artista aragonés Javier Joven vio en el 2006 cómo Fraga censuraba una pieza suya en la que representaba un Cristo desnudo o una televisión no quiso emitir la imagen de una obra suya en la que representaba el cuerpo de Pilar: «Esto me ha sucedido cuando he tenido un real acercamiento a la experiencia real y he sido honesto con lo que quería contar, quizá no piensas mucho en la recepción de la obra y molesta a alguien sin que te lo esperes», cuenta el artista que va un paso más allá: «La gente está tan adocenada que en el momento que aspiras a un discurso libre y sincero te encuentras con gente que no quiere mirarlo de frente. Pero yo creo que no hay que ponerse cortapisas, es un poco el ama y haz lo que quieras. Aunque también hay que tener en cuenta que no es decir lo que té la gana porque hay que formarse también. La autocensura debería ser el límite de tu ignorancia. La gente es muy atrevida y provoca de manera muy fácil y lo censurable no es el mensaje sino la baja calidad del mismo. A veces la realidad es así de dura, evidentemente la prisión no es el camino. En el momento en que tienes miedo a soltar algo, hay autocensura».

Jaume Esteve: «A veces, es el único canal que nos queda»

Jaume Esteve, batería y representante de Malolo Kabezabolo recuerda situaciones similares anteriormente: «Fue con una canción de Negu Gorriak, que tuvo una denuncia por parte del general Galindo. Al final salieron absueltos». Después vinieron Soziedad Alkoholika, Los chikos del maíz, el cómico Facu Díaz o Albert Pla. Pero para Esteve, el problema de Hasél representa un peligro estructural: «Crea un precedente. No puede ser que una persona por decir algo, aunque sea una barbaridad, entre en la cárcel sin un delito grave que ponga en peligro la integridad física de una persona, sin un delito de sangre» y remarca el mensaje que transmite la condena: «Habrá muchos artistas que se autocensurarán por miedo a ese tipo de castigos, a esa venganza por expresar lo que piensas. Que a veces, culturalmente, es el único canal que nos queda». Comenta por otra parte, el paralelismo con otros. «No es lo mismo un delito de odio hacía una raza, hacia la mujer, etc, que expresar un sentimiento o una verdad sobre la monarquía. No tiene nada que ver apoyar un genocidio con ser contrario a las ideas o denunciar gente que está en un estatus de poder. No puede existir la equidistancia».

Kase.O: «Nunca creí que vería esto, siento impotencia»

Kase.O sabe de lo que habla con el tema de la censura, ya que aunque nunca ha ido mucho más allá que unas simples protestas de determinados sectores, sí que ha sufrido en sus propias carnes llamamientos a que se le censurara. Sin ir más lejos, pocas horas antes del pregón del Pilar que dio las redes sociales empezaron a propagar la letra de una de sus canciones con Violadores del Verso: «No me puedo creer que Pablo Hasél vaya a entrar finalmente a la cárcel. Vale que, entre mil verdades, se dice alguna burrada en los raps, ¿pero de verdad una persona va a ser encarcelada por expresarse artísticamente? Nunca creí que vería esto», señalaba el MC zaragozano estos días en sus redes, habitual canal de comunicación que utiliza para expresarse: «Rabia e impotencia. Mi solidaridad con Pablo y su familia en estos duros momentos», señaló en otro tuit.

No ha sido el único de la escena del rap en Zaragoza que ha expresado su apoyo a Pablo Hasél ya que también lo han hecho Mario Maher (El Momo), Ossian o el propio compañero de Kase.O en Violadores del verso, Sho-Hai.