Caspe es mucho más que el Compromiso que tuvo lugar en esta localidad zaragozana en 1412. Es un destino ideal para los amantes de la historia, y también para quienes disfrutan del deporte y el contacto con la naturaleza. La iglesia de Santa María, el Castillo del Bailío y el barrio de la Muela, la torre de Salamanca y la red de torres ópticas, o la casa palacio Piazuelo Barberán nos hablan de la historia de Caspe, que se puede conocer mediante las visitas guiadas que realiza la oficina de turismo.

El Mar de Aragón tiene 500 kilómetros de costa, que se pueden disfrutar a través de tres etapas del GR 99 o Camino Natural del Ebro y un gran número de actividades deportivas acuáticas y de pesca.

En el río Guadalope que pasa junto al municipio se entremezclan la naturaleza y la historia. Los senderos del Guadalope permiten recorrer espacios naturales y hacer deporte al mismo tiempo que se visitan enclaves como el puente de Masatrigos, La Loma de los Brunos y las pinturas rupestres del abrigo del Plano del Pulido. Además, esta primavera, la localidad estrena para amantes de la bicicleta nuevas rutas BTT para disfrutar de su entorno natural sobre las dos ruedas.