Los restos de la Zaragoza de los Sitios que aparecieron en la plaza Santa Engracia proceden de un antiguo convento y un cuartel que se encontraban en el entorno. Fueron hallados al poco de iniciar los trabajos que reformarán al completo este céntrico punto de la capital. El consistorio, siguiendo las indicaciones de Patrimonio, pavimentará este empedrado que permite hacerse una idea de cómo era el urbanismo de la época.

El pasado mes de noviembre se iniciaron los trabajos que reconvertirán la plaza en un espacio más social, verde, sostenible y peatonal. Una vez que se comenzó a picar el suelo, y a menos de un metro de profundidad del nivel de la calle, apareció el clásico enmorrillado que permite conocer cómo fue la distribución de la ciudad.

El Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha supervisado las tareas de inspección arqueológica que se han llevado a cabo en el recinto. No hay dudas. Los restos que han aparecido forman parte de la historia de la ciudad.

Tal y como establecen los informes emitidos por los arqueólogos encargados de realizar las catas, los elementos encontrados proceden «de un antiguo convento y un cuartel que se encontraban en el entorno». Con todo, no parece que el descubrimiento implique un cambio sustancial en la interpretación del pasado. «Se trata de piezas muy fragmentadas que se han estudiado y documentado», aseguraron.

Para poder ver con precisión la extensión de la antigua ciudad de Zaragoza se han utilizado drones que han ofrecido imágenes reales de la superficie afectada y que permitirán decidir cuáles son los siguientes pasos y cómo se debe actuar.

Desde el consistorio explican que por ahora se han cubierto y protegido los restos siguiendo en todo momento las indicaciones de Patrimonio. Según informan, los trabajos de reforma continúan y lo que se ha hecho ha sido avanzar en la renovación de los servicios en las zonas que no están afectadas por los restos, ubicados principalmente junto a la iglesia de Santa Engracia. El siguiente paso será ocultarlos bajo el pavimento que se utilizará en la plaza, para continuar así con la reforma.

Otros hallazgos

No es la primera vez que aparecen restos arqueológicos en el centro de la ciudad. Cuando en el 2001 se comenzó a excavar en el paseo Independencia para construir un párking subterráneo se descubrieron las ruinas del barrio musulmán de Sinhaya, de los siglos X y XII.

Según concluyó la DGA, tenían un valor histórico «extraordinario», pero no poseían entidad suficiente para plantear su conservación física in situ. Antes de esta aparición también salieron a relucir vestigios del arrabal en anteriores excavaciones en Zurita, San Clemente, Isacc Peral, las plazas de Los Sitios y Salamero y César Augusto.

El paseo Independencia ha sido testigo histórico de distintos acontecimientos y en diferentes épocas por lo que no es de extrañar que cada vez que se acometen obras salgan a relucir ruinas de otras épocas.

Las últimas, los de la plaza Santa Engracia, serán cubiertas y permanecerán bajo el suelo de la capital aragonesa durante años, tratando de mantenerse en las mismas condiciones. Un pasado enterrado que dará paso a una plaza peatonal en las que se instalará el monumento en homenaje a las víctimas del covid.