El transporte público de viajeros en Aragón sufrirá otro duro golpe el próximo 1 de abril. Renfe dejará de prestar una de las tres expediciones diarias entre Zaragoza y Lérida, el trayecto que circulaba en días alternos entre Teruel y Valencia, dos de los cuatro viajes diarios entre Fayón y Caspe, así como el servicio que el canfranero hacía los fines de semana entre Huesca y Jaca con fines turísticos. La razón de estas eliminaciones tiene que ver en la renuncia del Ejecutivo autonómico a seguir financiando por cuatro millones de euros estos trazados deficitarios con el objetivo de reforzar un futuro plan de transporte de viajeros por carretera que debería salir a licitación antes del fin de año.

«Nuestra apuesta por el ferrocarril es clara, pero no vamos a seguir asumiendo la financiación de servicios que no nos corresponden, como hemos dicho reiteradamente, y detrayendo fondos de nuestras propias competencias», aseguró el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, que ya ha enviado una comunicación oficial a Renfe para trasladar la decisión de que ya no continuará asumiendo estos servicios ferroviarios que se prestan en Aragón de manera complementaria a los que están declarados como Obligación de Servicio Público (OSP) que financia el Gobierno de España.

Cambio radical

Esta renuncia a financiar los trayectos es una cambio radical de postura por parte del Ejecutivo, pues siempre ha confiado en este medio de transporte como fórmula para garantizar la movilidad rural. De hecho, a finales del año 2016 el departamento protagonizó un pulso con el operador ferroviario que permitió salvar en extremis la circulación de las líneas. Una posibilidad remota en la actualidad, pero que no se descarta totalmente. De hecho, fuentes de Renfe indicaron que van a recuperar el tren a Lérida que sal de Zaragoza a las 15.15, actualmente suspendido por la pandemia. El resto de los casos se analizarán en función de la demanda.

El consejero aseguró que en la actualidad precisan del presupuesto para poder afrontar el llamado Mapa de transporte público regular de viajeros por carretera de Aragón, que significará estrenar rutas de autobús para garantizar la movilidad para todos los núcleos de Aragón de más de diez habitantes. Saldrá a licitación a finales de este año y se calcula que su puesta en marcha requerirá unos 10 millones de euros. Podrían estar en funcionamiento durante el 2022.

Desde el Gobierno de Aragón insisten en que es competencia del Estado asumir el coste de estos trazados que según cálculos de Renfe en ocasiones solo usan uno o dos pasajeros en el caso de las líneas del Bajo Aragón. Y como mucho una quincena en algunos viajes programados por las estaciones de Monzón o Binéfar. En este sentido, y en términos generales, la prestación de estos servicios supone una subvención media por viajero y trayecto de 119 euros que asume el Gobierno de Aragón. El precio por kilómetro medio es de 18,55 euros frente a los 1,94 de media por kilómetro que paga la DGA por el servicio de autobús y la subvención de 1,38 por viajero.

Obligación de servicio

«Llevamos años pidiendo que las expediciones de Zaragoza a Lérida y de Teruel a Caudiel, que exceden de los límites de la comunidad autónoma, sean asumidos por el Gobierno de España», destacó ayer. También se reclama que los servicios entre Caspe y Fayón se asuman como Obligación de Servicio Público para la mejora de la vertebración del territorio y del medio rural. Otra de las reivindicaciones trasladadas al Ministerio es el de la expedición que se financia entre Huesca y Jaca los fines de semana para que sea asumida por el Gobierno de España «como un elemento de impulso turístico entre primavera y otoño».

La Dirección General de Transporte ha realizado un estudio de las alternativas posibles, a pesar de que se va a seguir reivindicando la necesidad de estos servicios ferroviarios ante el ministerio. El trayecto entre Huesca-Jaca que se subvenciona los fines de semana cuenta ya con una alternativa por autobús, al igual que las conexiones entre Zaragoza y Monzón, con paradas en Tardienta, Grañén, Sariñena, Monzón y Binéfar.

En el caso de Fayón-Caspe se ha establecido un servicio de transporte, gestionado por HIFE y a demanda, es decir, que se prestará en el momento en el que haya usuarios que lo soliciten en Fayón, Fabara, Nonaspe y Maella y que servirá para que los usuarios puedan acceder al tren en Caspe. El Gobierno seguirá reclamando, pero como servicio de Obligación de Servicio Público, el tren que conecta Caspe con Barcelona a primera hora de la mañana, porque no se puede prestar un servicio de autobús alternativo al exceder de los límites de la Comunidad Autónoma.