El concurso de ideas para la hipotética construcción de una cuarta torre como espacio de congresos en el castillo de Aínsa ha traspasado las fronteras municipales y ha sido un «éxito». Tanto superó los límites que, después de la votación de los vecinos de la localidad oscense, expertos y empresarios, la opción elegida fuera la del arquitecto madrileño Jesús García Herrero, premiado con 3.500 euros. «Jesús pertenece a un gabinete de Madrid. Estamos muy contentos por el concurso que tuvimos sobre un espacio que nos gustaría rehabilitar, por la aceptación que tuvo. La participación fue muy importante, ya que pidieron información casi 50 arquitectos, aunque al final se presentaron 15», indicó el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo.

Tal fue la magnitud del concurso que suscitó un gran interés popular. Casi 500 personas fueron a votar las diferentes opciones, «la cuarta parte de la población», y también fue «notable» la implicación empresarial. «Una vez acabado el concurso, todos los proyectos que nos plasmaron, de lo que pensamos en un principio a lo que se había visto, habían cambiado mucho, y las ideas nos parecieron innovadoras y nos gustaron mucho», señaló el primer edil de este municipio oscense. La atracción por la iniciativa de reformar el castillo de Aínsa ha sido tal que ha llegado hasta la capital aragonesa.

Desde finales de febrero, los proyectos presentados ya el año pasado se exponen en la Casa Palacio de Los Torrero, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Zaragoza. Este edificio de principios del siglo XVI, ubicado en el número siete de la calle San Voto, próxima a la plaza Ariño, es la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón.

«Que el Colegio de Arquitectos tenga la exposición es una sorpresa para nosotros y estamos muy contentos de que se expongan allí. Estuvimos hablando con el decano y nos dijo que este tipo de concursos antes eran más comunes y ahora son más escasos», explicó Pueyo. Los concursos de arquitectura son un incentivo para profesionales del sector, así como una forma de darse a conocer o de incrementar el caché en caso de lograr hacerse con alguno de los reconocimientos.

De ahí que el colegio haya mostrado interés por acoger la exposición, que estará abierta al público hasta el 16 de abril, de lunes a viernes, en horario de 09.00 a 14.30 horas. Y no solo en Zaragoza, sino que el interés también se ha instalado en la provincia oscense. «Ahora también lo ha pedido el colegio de arquitectos de Huesca y es un orgullo para nosotros que soliciten esta colección sobre un espacio que para nosotros es muy importante», recalcó Pueyo.

En este sentido, la convocatoria del concurso ha servido como fuente de aportaciones que en un futuro podrían tomar forma y ejecutarse en la realidad. El origen de la propuesta radica en la intención de darle vida al último rincón del recinto amurallado medieval que queda sin rehabilitar. Se trata de la torre noroeste, completamente desaparecida.

«El espacio de congresos nos lo piden muchísimos sectores para celebrar eventos y poder promocionar los productos. El patrimonio es importante mantenerlo, pero también que albergue actividades. Si rehabilitamos la cuarta torre del Castillo ayudaríamos a la economía local», aseguró el alcalde ainsetano.

A largo plazo

De momento, el objetivo consiste en estudiar las posibilidades de llevarlo a cabo y buscar financiación. «Estamos buscando financiación, pero a corto plazo lo vemos difícil», lamentó Pueyo. En cualquier caso, de poder desarrollarse, la torre completaría el puzzle que ya forman la Oficina de Turismo Comarcal, el Eco Museo de la Fauna Pirenaica y el espacio del Geoparque de Sobrarbe. Es por ello que desde el consistorio pondrán todo su empeño en conseguir la forma de subvencionarlo, quizás encontrando su hueco en los fondos europeos. «Con los fondos europeos o los fondos de recuperación no sabríamos si cuadrarían, pero si no, habrá buscar otro tipo de ayudas. Encontrar la manera con la que podamos llegar a conseguir el dinero, porque el proyecto es muy ambicioso», enfatizó el alcalde de Aínsa.

En cualquier caso, todo el proceso de presentación y elección de proyectos ha sido «una satisfacción». Hasta el punto de que no todo quedará fuera de la comunidad, sino que el segundo premio ha recaído en arquitectos jóvenes de la comarca, según Pueyo, y la mención del tercer lugar también ha sido para arquitectos locales.