La Policía Nacional es uno de los colectivos esenciales que ha recibido la vacuna de AstraZeneca. Uno de sus efectivos de Zaragoza, que prefiere permanecer en el anonimato, relata cómo los efectos adversos han sido persistentes y le han llevado a ir incluso en dos ocasiones a Urgencias. «Los dos primeros días fueron nefastos, con dolor de cabeza muy fuerte, dolor muscular, malestar general y fotofobia, que se mantenían durante varios días», explica.

Tuvo que ir a Urgencias, le administraron medicación, y volvió a ir unos días después. «Los médicos me dijeron que, como tenía migrañas, la vacuna ha podido ser desencadenante de migrañas más fuertes», explicó. También en su caso le hicieron pruebas para descartar el riesgo de trombos. «Tengo miedo a la segunda dosis, y no tengo ni idea de qué hacer porque por ahora nadie me dice qué es mejor», lamenta.

Otro compañero del cuerpo destacó que, en su caso, en las horas posteriores a recibir la inyección sufrió malestar general y dolor muscular.

"Me pusieron la vacuna una hora antes de suspenderla"

A las 17.00 horas de este lunes inocularon a Elena la primera dosis de AstraZeneca… y a las 18.00 compareció la ministra de Sanidad para anunciar la suspensión del preparado británico. Los grupos de WhatsApp de sus compañeros vacunados eran un hervidero: «Algunos recibieron su dosis procedente del lote que ha provocado trombos y eso les asustó».

Un día después de vacunarse manifestaba malestar general, cansancio y una respuesta lenta y anormal de su cuerpo, aunque ella sí pudo ir a trabajar. Sus 53 años la situaban en el borde legal para recibir la AstraZeneca (55), algo que le causa «incertidumbre». Incide en que tanto ella como sus compañeras son «afortunadas y privilegiadas» por haberse podido vacunar, y asegura que se volvería a inocular su dosis. Eso sí, Elena admite que las noticias contradictorias le generan algo de miedo: «Nos sentimos un poco como conejillos de indias; no nos dan toda la información».

"Tuve bastantes efectos pero quiero recibir la segunda dosis"

Eduardo, profesor, recibió la primera dosis de la vacuna el pasado 3 de marzo, y pasó una semana con efectos secundarios. «A las pocas horas de recibir la inyección, tuve malestar general, mucho dolor muscular y en las articulaciones, y a la mañana siguiente, fiebre», explica. No pudo ir a trabajar los dos días posteriores a la inyección, explica este joven aficionado al deporte.

Pero los efectos más dañinos se produjeron tres días después de recibir la dosis. «Notaba mucho dolor en la axila, y vi que tenía los ganglios muy, muy inflamados». Al detectarlo se trasladó a Urgencias, donde le dijeron que «no eran los efectos adversos más comunes, pero podían estar relacionados con la vacuna». Pese a todo, insiste en que quiere recibir la segunda dosis. «Prefiero estar vacunado que pasar el coronavirus, porque globalmente tiene muchos más efectos positivos», reflexiona.

"Si estamos a medio inmunizar, ¿qué harán con nosotros?"

Cuando Roberto recibió la vacuna de AstraZeneca el pasado 3 de marzo se tomó un paracetamol en previsión de los efectos secundarios de los que hablaba todo el mundo. «Ya sabía que las posibilidades de sufrirlos eran bastante altas, pero era un riesgo aceptable por estar vacunado», explica. Doce horas después de la inoculación, ya de madrugada, empezó a sentir fuertes escalofríos.

Fue al despertarse cuando refirió dolor muscular y una fiebre intermitente que alcanzó los 37,8 grados por la tarde. El cuadro añade «muchísimo» dolor en las articulaciones y en el brazo donde recibió el pinchazo. «Todos los compañeros con los que he hablado y fueron vacunados han pasado por lo mismo. Ese día no pude asistir a las prácticas, como muchos otros de mi clase». Roberto tiene cita para recibir la segunda dosis de AstraZeneca el próximo 12 de mayo. Aunque de momento no está preocupado, ya aparecen algunas dudas: «Si nos dejan medio vacunados, ¿qué van a hacer con nosotros?».

"Solo tuve algo de fiebre y creo que hay pocos efectos graves"

Pilar González Embid es maestra de Educación Infantil en un centro educativo de la provincia de Zaragoza y recibió la vacuna de AstraZeneca el día 5 de marzo. En su caso, relata que sintió «los mismos efectos secundarios que anuncian», y que no llegó a ser «nada grave». «Tomé paracetamol antes y después de que me vacunaran, como recomiendan, y solo tuve algo de fiebre y dolor de cabeza al día siguiente, aunque sí me noté muy cansada durante todo el día», explica.

Por eso, pese a los pequeños efectos secundarios, Pilar asegura que quiere recibir la segunda dosis de la vacuna, que según la citación inicial, tenía prevista para el mes de mayo. «Sí que me la pondría. Miedo tengo por la incertidumbre que da saber si los casos graves que se han detectado son por la vacuna», señala. Aun así, considera que «el efecto positivo es mucho mayor para la sociedad que el efecto negativo».

"Pedí cita para la dosis en festivo para no faltar a clase"

Después de recibir su dosis de AstraZeneca el 4 de marzo, Alicia pasó la noche tranquila y solo se despertó «más cansada de lo habitual». Fue un poco más tarde cuando comenzaron los dolores musculares, el malestar general y unos fuertes sudores, aunque sin fiebre. Quiso vacunarse en festivo para evitar faltar a sus clases en el colegio público donde trabaja: «Prácticamente todas las personas de mi entorno que habían recibido la primera dosis de AstraZeneca estuvieron malas tras la inoculación».

Alicia sufrió los efectos secundarios dos días completos y el dolor en la zona del pinchazo se alargó 5 días. No obstante, dice confiar en la vacuna de AstraZeneca: «Creo que el beneficio va a ser mayor el riesgo, porque han puesto 5 millones de dosis y solo se investigan 30 casos. No es un porcentaje mayor del esperado. La vacuna es segura y eficaz. No pasa nada por estar dos días en la cama: es como si tuvieras un catarro».

"Me harán las pruebas de la alergia antes de la segunda dosis"

Una profesional sanitaria zaragozana tuvo una importante reacción alérgica tras recibir la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, pero días después, todavía no sabe si fue la vacuna la causante de esa reacción. Por eso, las autoridades sanitarias le efectuarán unas pruebas alérgicas antes de decidir si se le puede administrar la segunda dosis de esta vacuna --en caso de que a su vez lo aconsejen las agencias de evaluación-- o si le deben inocular la de Pfizer o Moderna.

«Tengo muchas alergias a componentes no identificados, y 26 horas después de recibir la vacuna, tuve fiebre, las orejas se me pusieron rojas e inflamadas, y después me salieron bultitos en la frente y la cabeza, que he llevado durante varios días», asegura. Esta profesional del mundo sanitario no podrá tomar una decisión sobre la segunda dosis hasta tener el resultado de las pruebas de alérgenos.