El refrán es claro: en abril aguas mil. Este fin de semana está previsto que llueva, pero lo que ha sorprendido a todos es un mes de marzo de sequía. El tercer periodo del año acabó con muy pocas precipitaciones en forma de lluvia, lo que golpeó a los campos de cultivo aragoneses y por lo que los hortelanos ya hablan de «desastre» después de comenzar el año con una caída de ventas debido al temporal de Filomena.

«Entre que no ha llovido nada, y el comienzo de año que tuvimos, se ha deshidratado todo, normalmente llueve un poco, pero lleva tanto tiempo sin hacerlo que está todo deshidratado», expresó el presidente de la Asociación de Hortelanos de Zaragoza, Cristóbal Omedes. Asimismo, consideró que la climatología, muy cambiante estos últimos días en la capital aragonesa, tampoco ayuda a las huertas zaragozanas.

«Las plantas son seres vivos y no entienden que estemos en febrero, marzo o abril, según crecen van aprendiendo, y ahora también se han adelantado cultivos y debido a la falta de agua están deshidratados», recalcó Omedes. «Es un desastre total, además de que llevábamos un retraso enorme de la producción debido a la caída de ventas al comienzo del año», añadió el presidente de la asociación. Y es que la ausencia de precipitaciones durante marzo, provoca que no se mojen las hojas y se laven las plantas y deja los cultivos «acartonados». «El producto tiene que llegar en condiciones súper buenas, porque si no llega bien no te lo compran. Y por eso ante cualquier deficiencia de las planta te obliga a cortarlas», apostilló Omedes sobre el serio problema que acarrea el tiempo.

Cultivos de secano

Otros de los grandes afectados por la falta de precipitaciones son las plantaciones de secano, donde destaca la de cereal. «El cultivo está sufriendo, la falta de agua se está notando, y en los cereales sobre todo. En la comarca del Daroca, que es donde tengo yo los campos y donde el cultivo es más tardío, estamos sufriendo la escasez de agua», afirmó el agricultor de Gallocanta y miembro de la Comisión Ejecutiva de UAGA, José Antonio Miguel. Si bien todavía queda por delante el mes de abril para recuperar la producción en zonas como la de Daroca, en otras «las pérdidas ya se han producido y podemos confirmar que no habrá buena cosecha este año», recalcó Miguel.

Entre esas plantaciones, destaca el miembro de UAGA, el valle del Ebro ya no podrá recuperar sus hectáreas pero unas 200.000 o 300.000 en la zona de Teruel «todavía están expectantes de que llueva y puedan recuperarse». «Aunque sí que podemos hablar de que la pérdida será del 30%, como mínimo, respecto al año pasado», enfatizó Miguel.

Asimismo, las diferencias entre el 2020 y este 2021 son abismales. La borrasca Gloria dejó una abundante cantidad de agua en los campos a su paso por la comunidad, mientras que Filomena trajo menos agua y más nieve por otro lado. «Se está dejando notar el cereal porque no ha quedado tanta reserva de agua. Los cereales crecieron algo en febrero, pero ahora en marzo han sufrido mucho la sequía. El año pasado fue más constante», aseveró Miguel.

Un marzo atípico

«Ha sido un mes de marzo muy seco», explicó el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, Rafael Requena. Los datos revelan que en muchas zonas aragonesas no cayó ni una gota de agua, como en Zaragoza ciudad, mientras que en las tres capitales de provincia los registros fueron de 0,8 litros por metro cúbico en Huesca y 8 litros por metro cúbico en Teruel, cuando les medias en marzo son de 19 en la capital aragonesa, de 30 en Huesca o de 21 en Teruel.