La Guía Repsol también se ha fijado en Aragón en esta edición 2021 concediendo dos nuevos soles a sendos restaurantes de Zaragoza, La Senda y Gente Rara. Con ellos son once los que ostentan esta distinción, mientras que, en solitario, Novodabo mantiene sus dos soles.

En concreto, pueden presumir de sol, en Huesca, Lillas Pastia, Tatau y La Venta del Sotón; en Teruel, El Batán; y en Zaragoza, Absinthium y Cancook, que lo obtuvieron el año pasado, El Chalet, La Prensa y Quema.

Poco imaginaba aquel joven David Baldrich, cuando abrió en Torrero su restaurante La Senda, que su camino profesional pasaría por San Sebastián. Tras 14 años de andadura, el fracaso inicial de su proyecto, la fama como Bulli de Torrero y su traslado definitivo al centro de la ciudad, el cocinero acaba de obtener su primer sol Repsol.

«Que en un año tan duro como este, una guía tan importante se haya fijado en nosotros, supone una enorme alegría», explica Baldrich, que está superando las restricciones de la pandemia con la única ayuda de su hermano Óscar en la sala.

«Ahora nos queda demostrar que tenemos capacidad de evolución, de seguir en esta línea, mejorando todo lo posible», añade. De hecho, desde hace bastantes menús, La Senda ha apostado por los productos locales y singulares, con apellidos, como explicitan, por ejemplo, sus pimientos de Bureta o el queso de Biota.

Un menú que irá variando en cada estación, buscando los alimentos de temporada. El vigente ahora por 40 euros -incluido su plato emblemático, el Huevo Senda-, consta de siete pases, incluido el postre.

En concreto, queso de Biota y naranja; tartar de chuleta, ajos tiernos y pimientos de Bureta; Huevo Senda, salsa de cebolla y miel, jamón, hongos y ceniza de patata; caramelo de trucha cajún con humo y chalotas; kokotxas thai, alcachofas y marisco; carrillera ibérica al amaretto, patatas a la importancia y mango; y chocolates, cheesecake y trufa.

Un sol en solo tres meses

Apenas tres meses, y con pandemia, le ha costado al restaurante Gente Rara obtener este sol, cuyos propietarios, Cristian Palacio, en cocina, y Sofía Sanz, en la sala, ya lo lograron en Yecla en el restaurante Barahonda. «No suele ser lo habitual recibir un sol tan pronto; tres meses aquí y tres años allí» explica Cristian, que lo mantuvo durante cinco años.

«Ya conocían nuestro trabajo, por lo que ha sido más rápido -continúa-, pero es una gran alegría recibirlo, porque estoy en mi tierra, en mi ciudad y en mi propio negocio», sin olvidar el agradecimiento al compacto equipo que han conformado en este tiempo y a la clientela zaragozana que agota las reservas.

Desde su experiencia, afirma que este reconocimiento «supone ayudar a visibilizar la gastronomía zaragozana, ponerla en valor», ya que considera que así lo merece. Y que «aparecer en la guía ayuda a que el turismo venga a la ciudad» y disfrute y descubra su gastronomía.

Seguirán manteniendo su proyecto sin apenas cambios, más allá de la renovación de los menús previstos para septiembre. Ofrece tres posibilidades -menú Inusitado, 35 euros; Excéntrico, 45 euros; y el más completo, Estrambótico, por 75 euros-, que comienzan de la misma forma, aunque luego se diversifican cada uno de ellos.

Y también con una importante apuesta por los productos aragoneses singulares, de proximidad y de temporada, como las colas de cordero, la miel de Ariza o los quesos.