La ausencia de aparcamiento en el entorno de la presa romana del siglo I, en Almonacid de la Cuba, lleva a las decenas de visitantes que acuden a descubrir este paraje único a estacionar sus vehículos sobre la propia construcción, que está declarada como Bien de Interés Cultural. Una circunstancia que ha llevado a algunos turistas a poner el foco sobre las posibles afecciones del peso de los vehículos en la propia presa, así como la peligrosidad que se genera al reducir el espacio de la calzada de la carretera. Se trata de una situación conocida por el alcalde, Enrique Martínez (PAR), que asegura que ya ha puesto el asunto en conocimiento de la DGA, de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y de la Confederación Hidrográfica del Ebro, aunque asegura que, por ahora, «sin respuesta».

Según ha podido conocer este diario de los denunciantes, «decenas de coches, hasta 60 o 70, especialmente en días festivos, aparcan sobre la presa romana del siglo I, y ya se ha detectado que hay piedras sueltas en la construcción». Ante esta situación, que sorprende a locales y visitantes, se ha registrado una denuncia particular en el servicio de Patrimonio del Gobierno de Aragón. Las mismas fuentes señalaron la «peligrosidad del entorno», con vehículos estacionados a ambos lados de la calzada, invadiéndola, con el riesgo de choque o atropello que se puede derivar con la cantidad de gente que visita el lugar».

Según explicaron fuentes del Departamento de Educación y Cultura, este martes mismo se iniciarán los contactos con el Ayuntamiento de Almonacid de la Cuba para conocer la situación y, si es necesario, se trasladarán expertos a la zona para comprobar que no haya un exceso de vehículos ni que se haya producido ninguna afección al Bien de Interés Cultural.

La presa romana de Almonacid de la Cuba la presa romana más alta del mundo. Unas pasarelas permiten visitarla y descubrir su historia, pero la ausencia de un espacio de aparcamiento ha desembocado en unos problemas que también denuncia el alcalde. «El Ayuntamiento de Almonacid de la Cuba reconoce los problemas y se solidariza con las quejas de los visitantes porque no es el trato adecuado a un monumento declarado Bien de Interés Cultural», manifestó Martínez.

Sin embargo, incidió en que «la burocracia de la Administración nos ha impedido ponerle solución hasta ahora, porque el ayuntamiento no tiene competencia ni para prohibir que llegue la gente, ni para prohibir que aparquen ahí, ni para poner señales en la carretera», aseguró. «Lo mejor sería hacer un frente común para que de una vez nos hagan caso», indicó el alcalde.

Mientras el resto de administraciones aportan alguna solución, Martínez explicó que el consistorio está en negociaciones con un particular para alquilar una parcela próxima a la presa, «a apenas 50 metros», y ha solicitado un proyecto a un arquitecto para habilitar en ella el necesario aparcamiento.