Aragón no ha detectado, por el momento, casos de covid entre los esquiladores uruguayos que ya están en la comunidad y que pudieran tener relación con el brote surgido en Extremadura. Desde la Dirección General de Salud Pública se realizaron pruebas a este colectivo, a modo preventivo, y el resultado de todas ellas fue negativo, según indicaron este sábado a este diario fuentes del Departamento de Sanidad.

Pese a ello, la DGA vigila de cerca la situación y ya ha contactado con varias empresas ganaderas para proceder a realizar más test dentro del protocolo oportuno. La alerta en Aragón se generó tras las palabras del el consejero de Sanidad y Servicios Sociales de Extremadura, José María Vergeles, quien aseguró ayer que el brote en su comunidad tenía «ramificaciones» en Aragón y en Andalucía. Llegó a afirmar, de hecho, que en Aragón ya se habían detectado casos positivos, algo que horas después descartó la DGA.

La llegada a España de los esquiladores que ahora están en el punto de mira se produjo a principios de abril, cuando aterrizaron en Madrid. Ese fue el punto de unión y de contacto de todos ellos, que poco después se fueron repartiendo por diferentes comunidades en cuadrillas.

En Teruel y en Huesca

En estos momentos, en Aragón hay esquiladores uruguayos en la provincia de Teruel, procedentes del grupo de Andalucía. Mientras tanto y según pudo saber este diario, a la provincia de Huesca tenían que haber llegado este sábado los esquiladores de Extremadura, que finalmente no lo hicieron dada la situación y las cuarentenas preventivas que tienen que guardar al estar en el foco del brote.

Por tanto, es la llegada a Barajas el único momento de contacto entre los esquiladores que están ahora en Aragón y el resto de cuadrillas. En la comunidad están los profesionales venidos de Andalucía donde, según Vergeles, se están haciendo rastreos para saber si hay contactos estrechos a los positivos de Extremadura. Por el momento, en Aragón se descarta cualquier relación con algún contagio entre los esquiladores que llegaron del sur. Otro grupo de estos trabajadores llegados a España también se desplazó hasta Portugal. Allí, según el consejero extremeño de Sanidad, «las noticias que van llegando es que las PCR están dando negativo», dijo.

Mientras tanto, el brote que ha generado la alerta en Aragón «se está controlando de forma adecuada» allí en Extremadura. El grueso de casos se encuentra en el área de salud de Don Benito-Villanueva y en total la comunidad registra 38 casos positivos con 137 contactos en estudio. Por el momento se desconoce la variante de estos contagios de coronavirus. Se ha hablado de que pueda ser la brasileña, pero no será hasta el lunes cuando se confirme si los casos guardan relación con esta cepa dado que el proceso de secuenciación es complicado y necesita algo de tiempo.

Mientras tanto, algunos de los pueblos extremeños afectados ya han comenzado a notificar casos y el Servicio Extremeño de Salud (SES) y han puesto en marcha, este fin de semana, un plan de cribados masivos que se extenderá hasta el martes. Por tanto, desde la Junta de Extremadura se espera que aún sigan creciendo los contagios

La falta de mano de obra precisa la llegada de personal extranjero

La llegada a España de esquiladores uruguayos o de otros países (también del Este, como Rumanía y Polonia) no es una novedad. Cada año se hace necesaria su presencia para suplir la falta de mano de obra de este oficio, que se ha ido perdiendo poco a poco en el sector de la ganadería. En Uruguay se esquila durante todo el año debido a los diferentes climas en sus regiones y la importancia de la lana es tal que, incluso, hay escuelas que ofrecen una amplia formación sobre el esquileo.

Esta labor se realiza una vez al año y es necesaria porque, de no hacerlo, la lana no dejaría de crecer y llegaría un momento en el que el animal no podría ni moverse. Además, es algo importante para su salud porque, gracias al esquileo, se evitan infecciones provocadas por la lana u otros problemas sanitarios. El año pasado, el estallido de la pandemia del coronavirus y el confinamiento retrasó la temporada en el país y muchas ovejas en Aragón se quedaron sin esquilar por la falta de personal cualificado, cada vez más escaso.