-¿Cómo valora el funcionamiento del cuatripartito?

-Lo valoro muy positivamente. Creo que estos dos primeros años, que han sido infinitamente más complicados de lo que nos podíamos imaginar con la pandemia, han ido incluso mejor de lo que podíamos prever.

-¿Y el peso de CHA?

-Fuimos el primer partido que planteamos esta alternativa frente a la derecha y la ultraderecha. En estos meses, creo que hemos jugado un papel para que los socios estemos más cómodos compartiendo este proyecto común.

-¿Qué es más difícil, el cuatripartito o la coalición con el PSOE?

-Son situaciones diferentes. No es lo mismo coordinarse dos socios que cuatro. La pasada legislatura teníamos la complicación de que debíamos obtener una mayoría parlamentaria, algo que en esta legislatura tenemos ganado porque el cuatripartito ya suma.

-Han dado luz verde a Castanesa, un proyecto con el que a priori CHA no estaba de acuerdo. ¿Les ha hecho daño?

-Niego la mayor. Este Gobierno no ha dado luz verde a Castanesa. Hay un Plan de Interés General aprobado, con una declaración de impacto ambiental en vigor, que ampara las obras. No hemos dado luz verde nosotros. Cuando estás en el Gobierno, administras. Y es lo que hemos hecho con Castanesa, porque no hacerlo sería prevaricar. Desde el punto de vista político, hemos redimensionado el proyecto y reducido su impacto.

"No hemos renunciado absolutamente a nada. CHA sigue siendo lo mismo que hace seis años"

-¿Han tenido que renunciar a algún posicionamiento ideológico por estar en el Gobierno?

-No hemos renunciado absolutamente a nada. CHA sigue siendo lo mismo que hace seis años. Discrepamos en la pasada legislatura y en esta en cuestiones relevantes. No por estar en el_Gobierno vamos a cambiar nuestra oposición a Yesa, a Mularroya o a Biscarrués, ni a la unión de estaciones. Sobre todo cuando son cuestiones de competencia estatal._Y creo que hemos sido capaces de mantener esa coherencia. La alternativa a este Gobierno era la derecha y la ultraderecha. Quien se sorprende todavía con las discrepancias, no entendió lo que pasó al formarse el cuatripartito. No se trata de estar de acuerdo, sino de respetar las diferencias y gestionar la discrepancia desde la lealtad. Y tener en cuenta que el objetivo común está por encima: mejorar la vida de la gente con esta fórmula de progreso aragonesista.

-¿Le frustra que el presidente Lambán pida recurrir Mularroya?

-Respeto al presidente Lambán, aunque discrepo profundamente, y me consta que él respeta la postura de CHA. Hay una tendencia a pensar que lo homogéneo es bueno, y yo como persona de izquierdas creo que el mestizaje en política es un valor a preservar.

-Parece que tienen más asumida la discrepancia los socios que la ciudadanía.

-Lo que tenemos en Aragón es un experimento absolutamente novedoso en política. Aquí estamos muy acostumbrados a Gobiernos de coalición, pero lo que estamos haciendo es absoluta innovación política, y por eso entiendo que haya gente que no lo entienda. Sería pueril esconder las discrepancias e ingenuo intentar convencer de que entre cuatro partidos no hay diferencias. Lo que nos une es infinitamente más que lo que nos separa. La defensa del autogobierno y de los servicios sociales.

José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio, de CHA, en el patio del Palacio de la Aljafería. CHUS MARCHADOR

-¿Cómo ve a la oposición?

-La respeto profundamente porque lo que diferencia a una democracia de una dictadura es que haya oposición. Viendo el espectáculo bochornoso de otras comunidades, nos tenemos que sentir muy satisfechos. Lo que más me preocupa es que hayamos normalizado que la ultraderecha esté en las instituciones. Que Vox consiga tocar la música que baila el PP. Ese es el gran problema.

-¿Qué opinan de la política eólica? La critica mucho Teruel Existe por su impacto ambiental.

-No es algo que solo diga Teruel Existe. Desde CHA lo decimos desde el principio. Las energías renovables no son una opción, son una obligación, pero hay que desarrollarlas sin coste social._Nos preocupa que no haya una planificación real que no tenga en cuenta el efecto acumulativo. Esta alternativa genera muy poco empleo y puede ser perjudicial para el desarrollo del turismo.

-¿Veremos en el 2025 la reapertura del Canfranc?

-No es una fecha política, sino técnica. Se plantea 2030 para que estén los apartaderos y 2040 para la electrificación.Son fechas técnicas. La del 2025 me parece razonable, pero me niego a aceptar el 2030 y el 2040. Nuestro trabajo es intentar acortar esos plazos. Hemos avanzado más en los últimos 5 años, que en los 50 años anteriores. Así que nos podemos permitir cierto optimismo. Hemos dado con la fórmula, que es trabajar de la mano con el Ministerio de Transportes, que apuesta por el proyecto. La suma de fuerzas en España y Francia nos beneficia.

-¿Cómo están las conversaciones con Renfe por los trenes?

-Agradezco infinitamente que por fin haya una movilización apoyando lo que en solitario llevo defendiendo desde que tomé posesión en el 2015. No solo es quién debe pagar los trenes, sino que hay que mejorar el servicio._Gracias a que no prorrogué el contrato, el Ministerio de Transportes financió tres de los siete servicios que Aragón pagaba. Quedaban otros cuatro. Y cuando constaté que era imposible el acuerdo con Renfe, me planté. Parece que Aragón paga todos los trenes, y si yo me niego a pagarlos, la comunidad pierde todos los servicios. Y es radicalmente falso. En Aragón circulan 89 servicios ferroviarios; la comunidad financia en torno al 5%. No puede ser que tengamos que detraer fondos de competencias propias, como el bus, para pagar lo que corresponde al_Estado.

-¿Subir la partida del bus supone que la apuesta de Vertebración es por carretera, y no con el tren?

-En absoluto. Hay gente que intencionadamente está intentado intoxicar a la opinión pública. El ferrocarril cumple un papel y el bus, otro. Tiene que haber intermodalidad. Pero hay 90 localidades con tren, y en_Aragón hay más de 1.400 núcleos de población. Además, el bus permite que nosotros fijemos los horarios, y desde el punto de vista medioambiental, no hay mayor defensor del ferrocarril que yo. Pero en el nuevo mapa concesional de autobuses hemos introducido las mayores exigencias energéticas.

-Aumenta en 9 millones la inversión en bus, ¿el plan es dejar de financiar los 4 que aportan al tren?

-No son cuestiones que estén relacionadas. Hace tres años que tomamos la decisión de incrementar los recursos públicos del autobús, y que lo haríamos independientemente de si pagamos o no los ferrocarriles. La negativa de financiar el ferrocarril no responde a que necesito el dinero para el bus, sino a que no podemos detraer recursos públicos de lo que sí es nuestra competencia para sufragar cosas que no lo son. ¿Es razonable que nos cuesten lo mismo once servicios de cuatro líneas de tren que lo que hemos estado invirtiendo hasta ahora en todos los autobuses de Aragón? Yo creo que es incoherente.

"Dejar de financiar el tren no es para sufragar el bus. Si tomo la decisión de destinar 11 millones más a lo que sí es nuestra competencia, creo que es una mala gestión de los recursos públicos que siga invirtiendo 4 en algo que no deberíamos financiar"

-¿Se ha tomado ya la decisión de dejar de financiar el tren?

-Claro que la hemos tomado. Pero la decisión de dejar de financiar después de todos estos años, no es para sufragar el bus. Si tomo la decisión de destinar 11 millones más a lo que sí es nuestra competencia, creo que es una mala gestión de los recursos públicos que siga invirtiendo 4 millones en algo que no deberíamos financiar. Seguimos negociando con Renfe. El primero que no quiere que dejen de circular los trenes soy yo.

-¿Cómo ve al aragonesismo?

-Es evidente que no estamos en el mejor momento del aragonesismo. No solo a nivel electoral, sino social. Pero tengo clarísimo que el instrumento que necesita de futuro Aragón es más autogobierno. No es una cuestión identitaria de himnos y banderas, hablo de derechos sociales y del estado del bienestar. Si retrocedemos un milímetro en autogobierno, retrasamos metros en estado del bienestar. Estamos recuperando espacio, venimos de unos años muy convulsos para los partidos. Y es lo que veo en el día a día.

-¿Qué planes de futuro tiene, con la vista puesta en el 2023?

-Es muy pronto todavía. Yo me moriré siendo militante de CHA, pero esas decisiones se tomarán cuando se acerquen las elecciones.