El impacto de la pandemia de coronavirus se tradujo en Aragón en un incremento del gasto de más de 460 millones de euros en el 2020 respecto al presupuesto del 2019. Así lo explicó el director general de Presupuestos de la DGA, Andrés Leal, que compareció ayer en la Comisión de Hacienda de las Cortes de Aragón a petición del Partido Popular. Leal explicó también que la comunidad autónoma cerró el pasado ejercicio con un superávit de 58 millones de euros, según los datos provisionales, gracias a las aportaciones y las entregas a cuenta del Estado, con las que se ha apostado por «mantener el Estado del bienestar» que sostienen las comunidades. Según sus datos, es la primera vez que Aragón registra superávit desde el 2002.

El director general de Presupuestos desgranó las principales cifras que deja el cierre provisional del presupuesto del 2020, después de que la titular de Hacienda del PP, Carmen Susín, denunciara que «hay muchas dudas y demasiadas sombras sobre estas cuentas». La conservadora se preguntó cómo el Ejecutivo autonómico podía «sacar pecho» del superávit tras un año tan complicado como el 2020, «siendo de las comunidades con las tasas más altas de mortalidad por covid-19, una de las que más problemas ha tenido con el transporte sanitario y que no ha cumplido ni un solo mes con el periodo de pago a proveedores».

Leal explicó el superávit en un contexto marcado por la pandemia y por la decisión del Gobierno central de mantener las entregas a cuenta a las comunidades autónomas y los distintos fondos para hacer frente al covid-19. «El dato es sorprendente --reconoció-- pero se debe al grado de protección a las comunidades autónomas por parte del Gobierno de España». Una protección que se sustenta en «seguir ofreciendo unas entregas a cuenta calculadas con una tasa de crecimiento del PIB del 1,6% para el 2020 y por un paquete de fondos no reembolsables y el fondo covid no condicionado», afirmó. Unos datos que chocan con las afirmaciones del presidente de Aragón, Javier Lambán en el acto institucional del Día de Aragón, donde subrayó que las autonomías casi habían gestionado en solitario la pandemia.

 El impulso del Gobierno de España «ha posibilitado seguir implementando las políticas de la pandemia de gasto sanitario, educativo y social y ha permitido a Aragón seguir desarrollando el grueso del presupuesto», dijo Leal, que reconoció que «con la pandemia se incrementó de manera brutal el gasto» y se produjo «una caída muy relevante de los ingresos que se ve menos porque hemos estado amparados por las entregas a cuenta del Gobierno central».

En este sentido, reconoció que en el 2020 ha habido «un desequilibrio muy grande del conjunto de las cuentas de las administraciones públicas españolas». En el conjunto del país, se registra un «déficit de entre el 10 y el 11%», mientras las comunidades autónomas han mantenido su situación respecto de ejercicios anteriores. La consecuencia, ya anticipó Leal, será que habrá que financiar ese déficit mediante la deuda pública. Además, recordó que «tenemos que ser plenamente conscientes de que una buena parte de los recursos ingresados en los años 2020 y 2021 son extraordinarios y no van a ser recurrentes».

El diputado del PSOE Óscar Galeano vaticinó que «el escenario futuro no va a ser fácil», pero aseguró que «la respuesta de la Hacienda estatal española merece sobresaliente». Desde Cs, José Luis Saz declaró que este «es un ejemplo de cómo la contabilidad puede no reflejar la realidad económica», ya que «aparecen unos ingresos dopados». Por parte de Podemos, Marta Prades destacó que «el Congreso en 2020, por mayoría absoluta, decidió suspender las reglas de gasto». Desde CHA, Carmen Martínez incidió en que «falta suficiencia financiera para cumplir con las competencias que tiene encomendadas Aragón».

Para David Arranz, de Vox, «los ingresos procedentes de transferencias estatales no han sido suficientes» y Jesús Guerrero (PAR) señaló que «el hecho de que haya habido superávit es una buena noticia en un año complejo». El portavoz de IU, Álvaro Sanz, reconoció que el del 2020 «fue un presupuesto difícilmente comparable con el de cualquier otro ejercicio, por las realidades a las que ha tenido que dar cuenta».