Hace una semana que el Ayuntamiento de Zaragoza afirmó que formaría parte del plan de rescate a la hostelería anunciado por el Gobierno de Aragón el pasado 30 de marzo. Pero puso sus condiciones. La primera de todas, tener información, formalizar una reunión para saber cómo se va a gestionar, de dónde saldrá la cantidad que debe aportar y, sobre todo, para negociar el porcentaje que le corresponde, fijado en un 20% en el convenio autonómico y que la capital aragonesa quiere dejar en el 15%. Según las estimaciones del consistorio, el ayuntamiento tendría que destinar cerca de 5 millones. Hoy lo conocerá mejor tras la reunión prevista entre el consejero de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón, Carlos Pérez Anadón, y la concejala de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Zaragoza, Carmen Herrarte, con un tema exclusivo sobre la mesa: abordar el convenio de la hostelería y la restauración.

Carmen Herrarte explicó ayer que el ayuntamiento acude «a escuchar» la propuesta que tiene el Ejecutivo autónomo «con la mejor de las disposiciones» porque «cuando dos partes quieren llegar a acuerdos es normal que lleguemos a acuerdos». La concejala manifestó que los hosteleros «están por encima de los colores políticos», por lo que se debe negociar «el mejor modelo para dar respuesta a esos empresarios que lo están pasando tan mal».

Herrarte adelantó que conoce dos modelos de comunidades autónomas que ya han dado respuesta a esas necesidades. «El de la Comunidad Valenciana, en el que se ha llegado a acuerdos con los ayuntamientos que van a colaborar con el 15%; y el de Galicia, donde la Xunta se hará cargo de esas ayudas ya que ni ayuntamientos ni provincias se han querido sumar», concretó.

«Buscaremos la mejor solución para los hosteleros, estamos abiertos al diálogo. No hay líneas rojas porque no conocemos la propuesta, tenemos que conocerla primero», dijo Herrarte, que durante el encuentro también espera que se concrete cuándo se le reintegra al consistorio la partida económica proveniente del paquete nacional de ayudas a la hostelería, que puso en marcha el Gobierno central el pasado marzo.

El plan de ayudas para el turismo y la hostelería está dotado con 50 millones de euros, según anunció el jefe del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, durante la firma del acuerdo que esperaba poner en marcha de una manera «razonablemente rápida», aunque el presidente no se atrevió a poner fecha a la llegada de este impulso, que estará entre los 3.000 y los 200.000 euros, en función de los casos.

Lambán informó de que el Gobierno aragonés aportará el 60% de la cuantía total de las ayudas, es decir, 30 millones; las diputaciones provinciales (Zaragoza, Huesca y Teruel) pondrán el 20%, 10 millones; y los ayuntamientos, el otro 20%, la misma cantidad.

«No conozco a ningún alcalde que haya dicho que no», dijo el presidente, que precisó que el trato con las tres capitales de provincia será diferente. Ya tuvo una reunión privada con el primer edil zaragozano, Jorge Azcón, de la que no hubo conclusiones públicas. «No tengo duda de que las tres capitales suscribirán el convenio», zanjó. Hoy se empezará a comprobar si es así, mientras los hosteleros esperan impacientes y no quieren entrometerse. «Es un pulso entre ellos», dicen.