El gobernador del Banco de España (BdE), Pablo Hernández de Cos, ha visitado este martes Aragón para ofrecer una conferencia en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza con motivo de su décimo aniversario en la que desgranó los políticas macroprudenciales con que se ha dotado el organismo supervisor para favorecer la necesaria estabilidad financiera y mitigar o evitar posibles crisis. Entre los nuevos mecanismos, señaló la posibilidad de regular en ciertos momentos las condiciones para la concesión de préstamos con el fin de frenar el riesgo.

Los instrumentos para intervenir en el mercado del crédito se regularán por una circular este verano que el BdE prevé aprobar este verano. Entre las condiciones que podrá endurecer, se encuentra el porcentaje que representa ese préstamo sobre el valor del colateral que lo garantiza o sobre la renta del prestatario y acotar su plazo de vencimiento, según ha explicado.

La conferencia, titulada Estabilidad financiera y política macroprudencial, ha sido impartida en el salón de actos de la facultad con un aforo limitado por las restricciones sanitarias. Ha contado con la participación del decano del centro, José Mariano Moneva, y del rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral.

Este último anunció la firma el próximo 24 de mayo de un convenio con el Banco de España y la CNMV para este centro académico desarrolle un programa pionero de educación financiera entre sus estudiantes. Por este motivo, Hernández de Cos volverá a recalar en la capital aragonesa ese día para suscribir este acuerdo de colaboración.

Los riesgos de impago

En un intervención, de marcado contenido académico, el gobernador ha justificado la necesidad de contar con herramientas para regular los préstamos porque la probabilidad de impago aumenta si existe «laxitud» en las condiciones para su concesión, en aspectos como la ampliación de los plazos de vencimiento o cuando el loan-to-price (relación entre la cantidad prestada y el valor del bien) es alto.

Ha apostado asimismo por estas medidas de política macroprudencial basadas en que la crisis financiera internacional del 2007 demostró que no es «suficiente» con la supervisión individual de las entidades. «La gran lección» de este periodo de recesión es, ha concluido, «que no vale la visión microprudencial, sino que es importante una perspectiva agregada sistémica».

Hernández de Cos ha planteado que, en un contexto de «exuberancia» del mercado de crédito -señal de riesgo-, en el que ciertas entidades financieras estuvieran siendo «laxas» en cuanto a la concesión de préstamos, actuar solo en estos bancos trasladaría el problema a otros, por lo que ha defendido estas limitaciones para todos en circunstancias concretas.

No obstante, el máximo representante del Banco de España ha insistido en que deben explicarse y adaptarse estos instrumentos a la situación económica, ya que, por ejemplo, establecer un loan-to-price del 80% implicaría que alguien que quiere comprarse una casa debería tener ahorrado el 20% de su valor para pedir una hipoteca.

Colchones de capital

Hernández de Cos se ha reafirmado en su intención de dar tiempo a las entidades para reconstruir sus colchones de capital anticíclico -importe que deben guardar los bancos para hacer frente a futuras pérdidas y frenar el exceso de crédito- hasta que la recuperación económica sea «firme».

A este respecto, ha recordado que la crisis del coronavirus es la primera experiencia de recesión con estos instrumentos macroprudenciales, aunque en España se mantenía al 0% por no haberse percibido «exuberancias» de crédito, a diferencia de otros como Países Bajos.

Hernández de Cos ha abogado también por una actuación «coordinada» para garantizar la estabilidad financiera, así como por avanzar en la revisión de la política estratégica del Banco Central Europeo.

Mercados no bancarios

También ha apuntado a los «cambios de tendencia» que se están produciendo en los mercados del dinero como el «peso creciente» de la financiación no bancaria, sobre todo en en Estados Unidos donde supone prácticamente el 50% del total. En este sentido, ha abogado igualmente por desarrollar instrumentos macroprodenciales para ese sector no bancario.

Tras la conferencia, José Mariano Moneva ha aseverado que las crisis «no son culpa de los economistas», como ocurre con la actual que ni siquiera «se ha generado en la economía», y apeló a la necesidad «formar y tener buenos economistas» porque eso juega en favor del bienestar social.