La dirección de Stellantis ha planteado un expediente de regulación temporal de empleo (erte) de hasta 50 días para unos 5.000 trabajadores de la planta de Figueruelas, que deberá aplicarse antes del 31 de diciembre de este año. La propuesta fue trasladada este martes a los sindicatos durante el transcurso de la primera reunión para negociar el ajuste laboral que deberá aplicar la compañía como consecuencia de la escasez de semiconductores importados de los países asiáticos, un asunto que ha puesto en jaque al sector del automóvil en todo el mundo. Los sindicatos de la factoría, que confían en alcanzar un acuerdo con la dirección en el plazo más breve posible, analizarán hoy la propuesta y trasladarán su posición a la firma en una nueva reunión que tendrá lugar este miércoles.

De lo que no hay duda ya es que la crisis de los microchips va a pasar una factura muy alta al sector del automóvil en Aragón, que representa casi el 5% del producto interior bruto (PIB), suma alrededor de 25.000 puestos de trabajo y supone un tercio de las exportaciones de la comunidad. Por lo pronto, la flexibilidad pactada en la planta (25 jornadas de producción) casi se ha agotado, puesto que se han consumido 21 días de esa bolsa de horas. Solo durante esos ceses de actividad se han dejado de producir unos 40.000 vehículos por falta de piezas. En el caso de que la factoría tuviera que echar mano de otras 50 jornadas adicionales, el coste sería mucho mayor ya que a esta merma se podrían sumar otras 90.000 unidades. En estos momentos salen al mercado unos 1.800 vehículos al día desde la planta aragonesa tras el recorte de más de 300 trabajadores del turno de noche.

«Esperemos que no sean necesarios estos 50 días», apuntó ayer el representante de UGT en Figueruelas, Rubén Alonso, que anticipó que no la compañía no baraja una fecha concreta de vuelva a la normalidad. «Nos ha comentado la dirección que el problema podría solucionarse a lo largo del segundo semestre del año. Esa es nuestra esperanza», subrayó. Pero por ahora no hay certezas. De hecho, este miércoles tampoco habrá producción en Figueruelas.

Los sindicatos de la planta de Stellantis quieren cerrar pronto la negociación del erte que afectará a toda la plantilla del área de producción. Hoy mismo hay prevista otra reunión. El objetivo de los representantes de los trabajadores es lograr condiciones similares a las pactadas para los empleados del área de oficinas. En concreto, se ha cerrado un acuerdo que permite mantener el 80% del salario bruto y conserar los 27 días de vacaciones.

Otra de las peticiones de los sindicatos es que Stellantis facilite la salida de los trabajadores nacidos en 1959, lo que permitiría minimizar el impacto del erte. «La compañía se ha muestro partidaria de facilitar estas salidas, aunque todavía no hemos concretado nada», señaló el representante de UGT en el comité, Rubén Alonso. 

Lo que sí está claro es que la factoría estará cerca de los niveles de producción alcanzados el pasado año (alrededor de 390.000 unidades) si se cumplen los peores presagios. Las estimaciones de hace apenas cinco meses situaban la producción en más de 520.000 vehículos en el 2021. Pero esa cifra quedará muy lejos, ya que Figueruelas podría acumular 70 jornadas de parón, un tercio del total por la crisis de los microchips. Algo parecido sucedió en el 2020 cuando también se esperaban fabricar más de 500.000 coches, pero el estado de alarma echo por tierra cualquier previsión.

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El erte previsto en Figueruelas contempla que cada trabajador pueda dejar de trabajar hasta 80 días, ya que no pararán las dos líneas ni todos los turnos por igual, apuntó el representante de CCOO en Figueruelas, Chema Fernando. 

Los sindicatos quieren que el erte en producción sea similar al fijado en oficinas, que afecta a 650 personas y que contempla el 80% del salario bruto y que el ajuste no afecte a las vacaciones, entre otras cuestiones.