El Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés ha dado este miércoles el visto bueno a la declaración de Bien de Interés Cultural del Códice de la Priora Blanca de Aragón, procedente en origen del Real Monasterio de Santa María de Sijena (Huesca).

El códice es un manuscrito en latín, escrito a renglón seguido, con una media de 26 líneas por plana, en letra gótica aragonesa, en dos tintas y escrita sin lujo, pero con claridad, de los siglos XIV-XV, con unas dimensiones medias y de 187 hojas elaboradas en pergamino de diversa calidad.

Según el Gobierno de Aragón, la calidad de su factura indica que se trataría desde su origen de un objeto valioso que sería cuidado como tal y habría de conservarse en el Archivo o algún otro lugar de privilegio.

Gracias a los escritos de Ricardo del Arco, se puede afirmar que este códice se conservaba en el Archivo del Monasterio Sijena en los años previos a la Guerra Civil, tal y como señala en su publicación de 1921 titulada 'El Real Monasterio de Sijena'.

Este Códice fue objeto de controversia porque Aragón lo recuperó tras un litigio con una empresa editorial navarra, que había adquirido este bien y que pretendía vendérselo a la DGA por 30.000 euros. Fue el Ayuntamiento de Villaneva de Sijena el que denunció la situación y la Justicia dictaminó que el Códice no saliera del archivo de vuelta a Navarra. 

En el manuscrito aparecen reflejadas dos fechas, si bien éstas responden a dos de los documentos insertos en el mismo y no reflejan el momento en que este fue confeccionado. La más antigua de ellas, 1188, hace referencia a la creación de la regla de Sijena, mientras que la fecha más tardía, 17 de octubre de 1332, pertenece a una orden dada por la priora Blanca.

Esto impide saber con certeza la fecha en la que el códice fue creado, si bien se sabe con seguridad que es posterior a 1332, lo cual coincide con el estilo de letra usado, típico de los siglos XIV y XV.

El Códice es un documento de gran importancia para conocer la historia del monasterio de Sijena y de su comunidad religiosa, y gracias a él se puede reconstruir parte de las costumbres y de la liturgia específica sijenense.

Otras dos catalogaciones

Asimismo, el Consejo de Gobierno ha aprobado también la declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, de la ermita de la Virgen del Consuelo de Camañas (Teruel).

Se trata de una sencilla construcción de una sola nave de mampostería, con dos tramos conservados y cubierta a dos aguas de madera y teja árabe sobre arcos diafragma.

La nave central desemboca en un ábside semicircular cubierto mediante bóveda de horno apuntada y con canecillos hacia el exterior. Por su parte, el interior está decorado con pinturas murales, con la tradicional representación del Pantocrátor rodeado por el Tetramorfos, y todo ello guarda relación con el modelo de primitivas iglesias de reconquista de tradición románica.

Camañas fue conquistada por Alfonso I de Aragón entre 1120 y 1127 (fecha de la toma de Daroca y la fortificación de Cella). Más adelante, fue parte de las tierras del fuero que Ramón Berenguer IV dio a Daroca, en 1142. A pesar de pertenecer a la "Comunidad de Teruel" desde el siglo XII, la diócesis correspondió a Zaragoza hasta 1577, cuando se formó el Obispado de Teruel.

En Camañas se dio el caso, extendido en todo Aragón, de castillo con iglesia (hoy ermita) en su recinto. De la fortificación, solo han llegado a la actualidad restos arqueológicos, entre ellos, los de la base de un volumen prismático, de sillarejos y sillares reforzando las esquinas, sobre los que se circunscribe el ábside de la propia ermita, construida en la etapa de ocupación templaria de Camañas y que pudo ser ampliada en el siglo XIV, como apuntan varios autores.

El acuerdo contempla una serie de medidas de tutela que tienen como finalidad proteger y garantizar la conservación, en términos de integridad y autenticidad, el BIC y su entorno de protección de manera que las obras o intervenciones que se realicen tendrán que mantener las características y valores que han motivado su declaración.

Por último, el Gobierno de Aragón ha aprobado también la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial la Procesión de las Panbenditeras de Escatrón (Zaragoza) y de Mazaleón (Teruel).

Se trata de una celebración con una larga evolución histórica con muchas similitudes a rituales que arraigan en las culturas grecolatinas de la antigüedad y en Aragón se conservan con gran vitalidad estos dos ejemplos.

El desfile de las comúnmente denominadas Panbenditeras tienen como elemento material protagonista el pan bendecido o bendito, el pan bueno y la peculiaridad en estas localidades es la manera de manifestarla: el día de Santa Águeda, las mujeres jóvenes salen en procesión llevando un cestillo sobre sus cabezas que contiene la ofrenda del pan bendito.

La figura de las actuales panbenditeras proviene de las canéforas griegas y romanas, doncellas vírgenes que desfilaban con ocasión de las festividades en honor de diosas como Atenea en Atenas, Artemisa, Démeter o Hera en Argos.