Los sindicatos de médicos de Atención Primaria de Aragón (Fasamet y CEMSAragón) han mostrado su descontento en un comunicado por la «precipitación y desorganización» mostrada por el Gobierno de Aragón al querer replantear el funcionamiento de los centros de salud en la comunidad, tal y como establece el plan de la Consejería de Sanidad de la DGA para recuperar la presencialidad en los centros de salud. Los profesionales denuncian la falta de información y el desprecio a sus propuestas para gestionar las demandas de atención, por lo que consideran un paso atrás el proyecto que se quiere implantar, al parecer en las próximas semanas.

La titular del departamento, Sira Repollés, ha explicado que los centros de salud tienen un plazo de un mes para ir adaptándose al cambio y que el plan se implantará de manera progresiva, si bien la consejera afirmó que su previsión es que la presencialidad sea una realidad «antes del verano».

El plan que dispone de una serie de acciones como la modificación de las agendas para poder consensuar entre médico y paciente el tipo de atención y un sistema de triaje y admisión para recuperar las visitas presenciales.

Ante esta perspectiva, el presidente de Fasamet, Leandro Catalán, ha criticado las formas de la Administración, ya que el documento «se ha conocido por los medios de comunicación» y no se ha recibido todavía de forma oficial ni se tiene más información sobre plazo es ni fórmulas para ampliar progresivamente la presencialidad.

Además, los sindicatos opinan que «se les sigue ninguneando aun habiendo tenido varias reuniones y presentado un documento aportando ideas» que no se han contemplado por parte de la Consejería. 

Los sindicatos médicos han recordado además que la atención presencial en los centros de salud se ha continuado prestando durante toda la pandemia siempre que se consideraba necesario. Desde junio, ha ido aumentándose de forma progresiva y ha llegado en la actualidad a cubrir más del 30% de las consultas, aseguran.

Ahora, el Gobierno de Aragón quiere que se recupere totalmente la asistencia sanitaria en los ambulatorios para los pacientes crónicos (diabéticos, enfermos de epoc...) y garantizar, asimismo, que las puertas de los centros de salud estén abiertas siempre para atender urgencias, sin que haya que llamar antes por teléfono.