Arena. Playa. Chiringuitos. La mar o el mar, como cada uno convenga. Los aragoneses llevan desde el pasado mes de octubre sin poder viajar a uno de sus destinos predilectos, la Costa Dorada, una zona que muchos podrían considerar como la cuarta provincia de Aragón. Pero el estado de alarma es cosa del pasado y la movilidad entre comunidades se ha recuperado. Por lo que en esta comarca catalana se preparan ya para recibir a los primeros visitantes.

«El fin de semana pasado no vino mucha gente con segundas residencias porque como el estado de alarma acabó el sábado, el domingo no les daba tiempo para ir y volver en el día. Pero este sábado sí que esperamos bastante afluencia», explica el alcalde de Salou, Pere Granados.

En esta localidad hay más de 4.000 segundas residencias que pertenecen a ciudadanos aragoneses y muchos irán este fin de semana para comprobar el estado de sus pisitos de playa. «Hace dos semanas ya, cuando se levantó el confinamiento comarcal en Cataluña, empezó a haber movimiento. Pero ahora se espera mucho más», dice el regidor.

Será este fin de semana cuando reabran 20 hoteles (en Salou hay unos 50 en total) que permanecían cerrados por la falta de turistas. También en los próximos días, el 15 de mayo, estrenará su temporada Port Aventura «uno de los elementos tractores del turismo más importantes de la zona».

El año pasado, reconoce Granados, la temporada fue peor de lo que esperaban aun teniendo en cuenta el covid. Los brotes veraniegos en Lérida, Navarra y Aragón frenaron la llegada de turistas nacionales y solo los franceses, que llegan en coche hasta Salou, dieron algo de color a las playas de la Costa Dorada. «2019 fue un año récord y registramos ocho millones de pernoctaciones. El año pasado fueron un millón y medio. La caída fue de más del 80%, en la línea con lo que ocurrió en el resto de España», asume el alcalde de este municipio.

No todo es toalla y chiringuito

Este año, desde el ayuntamiento tienen constancia de que «hay muchas ganas» de volver a Salou por parte de muchos extranjeros, como los rusos. Granados, además de alcalde, es el presidente del Patronato Municipal de Turismo, por lo que sabe bien de lo que habla.

A partir de ya, cuando lleguen los primeros aragoneses a Salou después de meses de encierro, los visitantes notarán importantes cambios en esta localidad costera. La calle Carles Buïgas, uno de los ejes comerciales del municipio, se está peatonalizando «para dotar de más espacio y confort a los viandantes».

La calle Carles Buïgas, uno de los ejes comerciales de Salou, está siendo peatonalizada. CEDIDA POR EL AYUNTAMIENTO DE SALOU

Además, desde el consistorio salouense han emprendido una campaña promocional para dar a conocer todo el entorno natural que existe dentro del término municipal para remarcar que son mucho más que un destino de sol y playa tradicional. «No solo están las dos playas urbanas, hay seis kilómetros de costa y son entornos naturales preciosos que llevamos años recuperando», explica Granados, que dice todo recorrido que hace el camino de Ronda «es muy desconocido» pero tiene mucho valor medioambiental