Este sábado 15 de mayo muchas aragonesas y aragoneses viajaremos una vez más, desde nuestros pueblos, para concentrarnos en Zaragoza Goya a las 13.30 horas, unidas en un solo grito: "Aragón no pierdas tu tren".

En nuestro ánimo el recuerdo emocionante de haber podido formar parte, desde lo colectivo, del clamor del pasado 18 de abril, en el que decenas de entidades, asociaciones, plataformas… en más de cuarenta estaciones y apeaderos del Aragón interior nos organizamos para defender a nuestra tierra y a nuestras gentes, fuertes y unidas, bajo un mismo lema y con la intención de decir basta al deterioro de más servicios públicos que solo pretenden expulsarnos de nuestros pueblos.

De esto en Aragón sabemos mucho, conocemos las historias de nuestras abuelas y abuelos y como la falta de oportunidades y servicios les obligó a dejar sus casas y abandonar sus pueblos. Hoy estamos lejos de contener esta sangría, esta vez sus nietas y nietos junto a ellos, volvemos a concentrarnos, como otras tantas veces, en Zaragoza para protestar, para evitar el desmantelamiento del servicio ferroviario, pero ahora vamos a luchar juntas y juntos para impedirlo.

Lejos queda en nuestra retina el 11 de octubre de 2003, fecha en que se puso en circulación el primer AVE Madrid-Zaragoza, pregonado como signo de progreso y mejora de los servicios ferroviarios y riqueza para nuestro Aragón. Dieciocho años después podemos poner de manifiesto que si bien el AVE ha acercado las grandes capitales y traído nuevas oportunidades, no es menos cierto que para muchos ciudadanos del Aragón interior su llegada, desgraciadamente, ha llevado aparejada el progresivo desmantelamiento del ferrocarril convencional disminuyendo el número de trenes, frecuencias y paradas en el interior de nuestro territorio, no sin haber luchado duramente en cada una de esas pérdidas constantes. Renfe apostó y sigue apostando claramente por el beneficio económico inmediato, eliminando todo interés social y su papel preponderante en la movilidad, en la vertebración del territorio y en el bienestar de la ciudadanía.

El pasado marzo de 2020 llegó el confinamiento y Renfe apoyándose en motivos sanitarios, de seguridad y ocupación rescinde varias líneas, anunciando su recuperación con la vuelta a la nueva normalidad. Normalidad, que finalmente llegó en junio de 2020 y con ella, de nuevo los trenes, pero no todos, por el camino en Aragón perdimos varios de ellos que hoy todavía no hemos recuperado y seguimos reclamando con múltiples reivindicaciones por toda la geografía aragonesa. Es la tormenta perfecta. Renfe repondrá los trenes solo cuando haya demanda suficiente, cosa que difícilmente ocurrirá porque la eliminación de determinados trenes hace, en muchas ocasiones, imposible la utilización del tren de vuelta a tu población, echando de nuevo a los ciudadanos fuera de las vías, abocándoles al vehículo particular y con el paso del tiempo al cierre del servicio ferroviario y de las estaciones.

Nuestra lucha en Aragón se focalizaba en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y en Renfe, exigiéndoles la inmediata reposición de los servicios previos a la pandemia. De pronto, sin previo aviso, recientemente en el pasado mes de marzo de 2021 recibimos, por sorpresa a través de la prensa, nuestra peor noticia, no desde el Estado español, no desde RENFE, sino desde nuestro propio Gobierno autonómico. La Consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda de la DGA decide dejar de aportar las cantidades hasta ahora devengadas por el servicio de algunos trenes a fecha 31 de marzo de 2021, rematando definitivamente nuevas líneas ferroviarias, proponiendo su sustitución a partir de ese día por autobuses, se consigue una prórroga hasta el 30 de junio de 2021, plazo que vence en escasos quince días.

Las movilizaciones se incrementan en su intensidad y numero de colectivos, estas pérdidas de servicios nos afectan a todas y todos, a la inmensa mayoría de la ciudadanía. Se convocó la concentración el tren-ta de marzo de 2021 en Zaragoza, extensiva a todo Aragón, y ese día aun siendo laborable nos concentramos más de doscientas personas, representando a las tres provincias, a las seis líneas, y a multitud de colectivos y plataformas. Es el momento de la unión, de la fuerza, de más juntas y mejor, nos organizamos y el pasado 18 de abril asistimos a la mayor concentración y reivindicación en la historia reciente del ferrocarril y Aragón desde más de cuarenta estaciones y apeaderos gritamos de forma unánime no a la desconexión ferroviaria.

En este año 2021, declarado Año Europeo del Ferrocarril con ocasión del doscientos aniversario de la primera línea comercial del continente, es un buen momento para recapitular la evolución de este medio de transporte, su papel en la vertebración y desarrollo de los territorios, o su contribución a la sostenibilidad ambiental, pero también lo es para cuestionar las constantes privatizaciones de líneas y servicios que se están realizando en la UE y especialmente en España. Quizás, no este de más fijamos en nuestros vecinos de Gran Bretaña que tras el fiasco de las privatizaciones han iniciado recientemente la renacionalización del servicio ferroviario. Esta semana se aprobó la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, un texto que establece los objetivos para alcanzar la plena descarbonización de la economía antes del año 2050, donde sin duda el tren tendrá un papel preponderante.

Aquí en nuestra tierra, en Aragón, estamos asistiendo al progresivo desmantelamiento del servicio ferroviario convencional. Por una parte el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, al igual que en el resto de España, olvidando su parte publica y social, apuesta por el rendimiento económico, invirtiendo fundamentalmente en la alta velocidad y el transporte de mercancías, que siguen privatizándose. La DGA, por su parte, desde la Consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda decidiendo dejar de aportar las cantidades hasta ahora devengadas y apostar por un plan de movilidad cuyo eje principal es el transporte por carretera.

Cada vez somos más las aragonesas y aragoneses que tomamos conciencia de la necesidad de defender nuestro territorio y disentimos de las decisiones de ambas administraciones y nos movilizamos para exigir un tren de calidad, público, intermodal, social, seguro, accesible, ecológico y sostenible que sirva como eje vertebrador de nuestro territorio y de sus gentes. Para ello necesitamos que nuestro ferrocarril recupere las frecuencias y servicios previos a la pandemia, que se recuperen las paradas perdidas y se mejoren las conexiones y los horarios adaptándolos a las necesidades reales de sus habitantes y no a los caprichos y necesidades de sus gestores.

Además exigimos formar parte de la planificación de nuestro presente y futuro, por eso, seguimos pidiendo a la DGA que conjuntamente con todos los interlocutores sociales establezca un Plan de Movilidad participativo y cuyo eje vertebrador sea el ferrocarril, aprovechando las infraestructuras, mejorando sus conexiones, adaptando sus horarios y complementándolo con el transporte por carretera allá donde no sea posible llegar con las vías. Es necesario construir con toda la sociedad aragonesa y en colaboración con el Estado Español.

Por todo ello el próximo 15 de mayo, de nuevo, desde todo Aragón, numerosas entidades, asociaciones, y plataformas convocamos a una nueva movilización en Zaragoza Goya a las 13.30 horas. Es el momento de trabajar juntas y juntos desde todas las plataformas por el tren convencional y Aragón. Por Aragón sin reblar. Más y mejores trenes y servicios, para no pasar del ARAGÓN VACIADO AL ARAGÓN HUNDIDO