Los dueños del suelo ubicado junto al pabellón Príncipe Felipe han puesto fin a dos décadas sin mover un gramo de tierra en ese sector sin desarrollar para plantear ahora al Ayuntamiento de Zaragoza una recalificación. Un cambio en su plan inicial para pedir que se les permita ganar 28.413,84 metros cuadrados a los 76.154 que ya tenía para usos residenciales. Para apostar por reducir el párking subterráneo de 700 plazas que estaba obligado a construir a solo 616, que reduciría costes y dejaría otras 84 a pie de calle. Y para suprimir la torre de 24 plantas de usos terciarios que acompañaba a su proyecto junto a las vías de la estación de Miraflores, sacrificando esos metros cuadrados para la actividad comercial y de oficinas y que hoy ven sobredimensionados a la demanda real en el mercado.

Así se resume la propuesta que llega hoy a la Gerencia de Urbanismo para que los partidos se posicionen. Eso sí, veinte años después de que apareciera en el Plan General de Ordenación Urbana la denominada unidad de ejecución 2 del área G-11-16-1, delimitada por el pabellón, la avenida Cesáreo Alierta, el tercer cinturón y el cajón de vías de la estación de Miraflores y la avenida Tenor Fleta. Dieciocho años después de definir que allí irían 762 viviendas libres en sus 130.095 metros cuadrados. Quince después de constituirse la junta de compensación. Trece después de presentar el proyecto de reparcelación vigente. Y ocho desde que el consistorio le dio luz verde y se inscribió en el Registro de la Propiedad, y de que Adif ganara en los tribunales su derecho a formar parte del sector y darle el espacio que merecían las infraestructuras ferroviarias que son de su propiedad.

Ahora se pretende llevar la actividad de terciario a las plantas bajas de los bloques de viviendas resultantes, y dejar los 53.941 metros que se destinaban a otros usos en solo 26.736,52. En una argumentación, la del sobredimensionamiento de la oferta que los técnicos del servicio de Planeamiento y Rehabilitación del consistorio comparten en sus informes. Lo ven «incuestionable» que lo es.

El PSOE califica la petición de «traje a medida» y votará en contra

En el debate que se plantea hoy sobre la recalificación en los suelos del entorno del pabellón Príncipe Felipe, el PSOE municipal lo tiene claro: lo considera «un traje a medida que atiende todas las necesidades e intereses de los propietarios y que nada aporta al conjunto de la ciudad». Así lo valoró el concejal Horacio Royo, quien anunció que votará en contra de esta modificación de Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y criticó la «forma de entender el urbanismo» del equipo de Gobierno de Jorge Azcón, que atiende «exclusivamente intereses privados». Aunque admite que puede que la torre de 24 alturas para usos comerciales que se planificó «puede no tener sentido hoy» y, en este sentido, ofreció dar un voto favorable si esos metros cuadrados suprimidos «se convierte en vivienda pública de alquiler».

Pero en lo que respecta a los nuevos usos residenciales, no se define a las claras si ese aumento, de más del 30%, de la edificabilidad se traducirá en más pisos o en los mismos pero más grandes, ya que con la densidad media supondría añadir unos 285 (hasta llegar a 1.042) o hacer las mismas pero con 137 metros cuadrados de promedio. En alguno de los informes, se da por sentado que no se plantea aumentar el número de viviendas.

Más claro es el proyecto para la dotación de plazas de aparcamiento en un párking subterráneo que tendría dos alturas en el subsuelo y que, con la reducción a 616 plazas, liberaría un espacio que, además de la reducción de costes, los técnicos municipales ya advierten de que deberían ser compensadas económicamente al ayuntamiento. Además, remarcan que en superficie este deberá contar, sí o sí, con un espacio ajardinado como contempla en el plan inicial