Una avería en el sistema de señalización de Adif obligó este martes a interrumpir durante casi dos horas, entre las 8.10 y las 9.50, la circulación en la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, concretamente a la altura del tramo entre Bujaraloz (en Zaragoza) y Montagut (Lérida). La incidencia provocó retrasos en una docena de trenes, tanto operados por Renfe como por Ouigo, afectando a más de 3.000 pasajeros que iban a bordo o esperaban en las estaciones de paso, y de ellos, más de 1.500 con salida o llegada programada en la capital aragonesa.

Más allá de la incidencia técnica, en la que fallaron tanto el sistema de señalización (que puso por precaución todos los semáforos en rojo) como el de gestión del tráfico ferroviario, la novedad en esta ocasión es que las empresas que operan en esta vía, Renfe y Ouigo, se plantean ahora «reclamar compensaciones económicas» al gestor de la infraestructura, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), por el perjuicio ocasionado a los pasajeros y por el «daño a su imagen de marca».

Ambas tienen un compromiso de puntualidad con sus clientes, que al superar los 60 minutos obliga a devolver el importe de los billetes, y podría generar una desconfianza por causas no achacables a sus trenes. Consecuencias de la liberalización del mercado, que lleva a pedir una indemnización inédita hasta ahora.

La avería afectó a doce trenes en ambas direcciones, aunque solo siete tenían parada en la estación de Delicias. Con los semáforos en rojo, era obligatorio detenerse hasta recibir autorización. Los primeros trenes afectados, dos en dirección a Barcelona, y otros dos en dirección a Madrid, acumularon más de una hora de retraso, y el resto, demoras de como mínimo 30 minutos.

Según explicaron fuentes oficiales de Renfe, poco antes de las 10.00 horas, el servicio quedaba restablecido parcialmente y los trenes pudieron retomar la circulación, aunque todavía con problemas, ya que se debían autorizar las señales en el trayecto, y suponían retrasos en la circulación de los trenes AVE y de Ouigo con la obligación de pasar por este tramo. Tal y como establece el protocolo de Renfe, la compañía devolverá el 100% del importe correspondiente al billete en los casos en los que los trenes llegaran con más de 30 minutos de retraso, y del 50% si solo era de más de 15 minutos. En el caso de Ouigo, devolverán el 50% para quienes llegaron una hora tarde, y el 100% a quienes perdieron hora y media.

Desde Adif, por su parte, aseguraron que a partir de las 10.05 horas ya se podía circular «con normalidad» por el tramo, aunque las afecciones siguieron horas más tarde. El gestor de la infraestructura está investigando las causas de la avería. Sobre las posibles compensaciones que reclamarán Renfe y Ouigo, Adif «compensará a los operadores por los retrasos generados en función de los valores que se tiene establecidos con ellos». Estas indemnizaciones se abonarán «si se determina que la responsabilidad es de Adif» en la avería, pero el propio aviso del gestor en redes sociales apuntaba ayer a una incidencia técnica en su infraestructura.