El dispositivo de vacunación montado ayer en el pabellón deportivo de La Almunia, y que se repetirá cada viernes de 10 a 12 horas hasta completar la inmunización del colectivo de trabajadores agrícolas, discurrió con rapidez y de forma muy ordenada. Un total de 170 personas, entre españoles, rumanos, magrebís y africanos, fueron inmunizados por un equipo de enfermeros del centro de salud de la localidad de Valdejalón, que atiende a otras cuatro poblaciones.

Un número indeterminado de temporeros, con todo, se lo está pensando antes de hacerse inocular y se han puesto en marcha mediadores y una campaña de información para llegar a todo el colectivo vinculado al trabajo en los frutales, en las cooperativas frutícolas y en los almacenes donde se envasa la fruta.

«Algunos tienen miedo a vacunarse», explicó el rumano Dorin, que reside y trabaja en la cercana Ricla. «Ven cosas por la tele y las redes sociales y les parece que la vacuna les va a sentar mal», explicó. Su compatriota Marian opinó igual que él, pero dijo que el problema venía de Facebook y de «los comentarios que se leen».

Todos beneficiados

Pero en el pabellón el ambiente no era de miedo, sino de esperanza y alivio. «Llevábamos todo un año suspirando por una vacuna y ya la tenemos, ¿cómo la vamos a despreciar?», preguntó un empleado de Frutas Agrotraín, de Ricla, cuya plantilla acudió al completo a vacunarse.

«Todos los marroquís quieren vacunarse», subrayó Alí, que se gana la vida faenando en los campos. Y lo mismo dijo Akus, una mujer de Ghana que está empleada en una finca de Valdejalón, respecto de sus paisanos en la zona.

Amal, uno de los enfermeros del dispositivo, que es marroquí asimismo, negó que haya musulmanes que se nieguen a vacunarse por razones religiosas. «Nunca he oído que hubiera problemas de ese tipo, nunca», enfatizó. «En mi país la campaña de vacunación va muy bien», añadió.

La alcaldesa de La Almunia, Marta Gracia Blanco, hizo hincapié en la importancia de que la vacunación se vaya extendiendo a todos los residentes y a los jornaleros de paso. «Esto beneficia a todo el mundo, no solo a quienes se inmunizan, de forma que toda la población podrá estar más tranquila y se evitarán nuevos repuntes», afirmó.

El fin del confinamiento

De hecho, La Almunia y todo Valdejalón salió ayer mismo del confinamiento perimetral impuesto hace dos semanas al dispararse los casos. «La incidencia ha bajado drásticamente estos últimos días», declaró la regidora, que señaló que el respeto de los límites geográficos, «difícil de controlar, es una cuestión de responsabilidad personal».

Los temporeros y temporeras hacían fila a la entrada del pabellón e iban pasando en orden. Luego, tras recibir la dosis de Janssen, se sentaban 15 minutos en unas sillas desplegadas en varias hileras en la gran cancha deportiva. Nicolai, un rumano que está contratado en una cooperativa agrícola, filmaba todo con su móvil, contento de lo que estaba viendo y de que ya figurara entre los vacunados. El próximo viernes, la misma instalación se volverá a abrir para seguir adelante en el objetivo de llegar a toda la población.