No existe un porcentaje ni un número absoluto de cuántas vacunas contra el covid han tenido que ser desechadas en Aragón, pero ha sucedido, sobre todo al inicio de la campaña. «Claro que nos ha pasado, pero es algo lógico cuando tienes el vial cargado y te falla un paciente. Hay vacunas que duran 3 horas y otras 6 que si no se usan, sobran», reconoce a este diario un enfermero de Zaragoza. En cualquier caso, esta situación «no es para nada la habitual», remarca un médico de Primaria.

«La responsable de Enfermería es extremadamente competente y trata de organizar y cuadrar todo de tal manera que no se tire nada. Tenemos listas de cuidadores o de personas con dificultad para coger cita que, si se ve que van a sobrar vacunas, se les llama inmediatamente», añade.

En cualquier programa de vacunación es esperable que haya una pequeña cantidad de dosis desechadas, aunque respecto a las del covid no existen informes. Son los equipos de Enfermería los que hacen encaje de bolillos para que la logística no se desvirtúe. Sin embargo, ha habido viernes a los que se ha llegado con ciertos problemas. «

Al principio de Pfizer se sacaban 5 viales, pero las enfermeras conseguían 6. Había viernes donde, viendo la situación, llamábamos a los mayores de 80 años cuando solo se estaba vacunando en residencias», añadía el enfermero. «Para evitar que sobren lo que hacemos es no cargarlas del todo y dejar viales sin abrir, de modo que no se desechan si sobran", dice.

En algunos pueblos, al inicio de la campaña de inmunización, incluso se llegaron a emitir bandos para convocar a los vecinos más mayores de la zona con el fin de no desechar las dosis.