La huelga total convocada este miércoles en el BBVA a nivel estatal en protesta por el ere que ha puesto en marcha la entidad ha tenido un amplio seguimiento en Aragón. Aunque estaba convocado por sindicatos minoritarios del banco, el paro fue secundado por el 50% de la plantilla en Zaragoza y Huesca, según estimaciones de CGT, uno de las promotores de la protesta. El apoyo fue tal que obligó a cerrar al menos una decena de oficinas de la capital aragonesa, todo un hito en las protestas laborales que en este sector. Otras sucursales se mantuvieron operativas pero suspendieron la atención al público. 

Esta situación se dio por ejemplo en la sede principal del banco en Zaragoza, situada en la plaza Aragón, donde se llevó a cabo a mediodía una concentración de protesta en la que participaron un centenar de personas tras una pancarta con el lema No al ere en BBVA. Algunos delegados y afiliados de UGT y CCOO también se sumaron a la huelga, aunque no estaba convocada por sus sindicatos. Desde la entidad, eludieron hacer valoraciones sobre el seguimiento de la huelga.

La movilización estuvo precedida de un paro de una hora (de 9 a 10 de la mañana) que tuvo lugar el día de antes, en esta caso convocado por los sindicatos mayoritarios. El seguimiento en Aragón fue «masivo» y rondó entre el 80% y el 90%, según fuentes de UGT. Se trata de las mayores protestas laborales que se producen en esta entidad desde las huelgas en el sector bancario en los años ochenta.

Contra los despidos «traumáticos»

«Los trabajadores estamos muy preocupados porque se trata un ere muy duro que no viene motivado por razones económicas», aseguró a este diario José Antonio Martínez, delegado de CGT en Zaragoza. A su juicio, la entidad pretende hacer «un cambio organizativo para centrarse en la gestión remota y recortar la atención presencial en las oficinas».

El ere del BBVA contempla el despidos de 3.500 trabajadores y el cierre de 530 oficinas, el 22% del total. En Aragón, la propuesta inicial del banco plantea la salida de 42 empleados (27 en Zaragoza, 14 en Huesca y uno en Teruel). 

La principal reclamación de los sindicatos es que las bajas de el ere sean voluntarias. «La espada de Damocles que tenemos son los despidos traumáticos, que se despida a gente que no quiere perder su empleo», afirmó Martínez. H