Soria se convirtió este viernes en la capital de la España despoblada con la celebración de la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural, Presura’20, que reunió a una veintena de autoridades políticas de primera línea, desde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al líder de la oposición, Pablo Casado, o el expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, contando también con varios ministros del Ejecutivo de Sánchez y líderes autonómicos de distintos partidos políticos de las grandes comunidades autónomas despobladas, Castilla La Mancha, Castilla y León, La Rioja o Navarra.

Una nutrida representación institucional que contrasta con la humilde aportación aragonesa a la cita. Solo los diputados de Teruel Existe y el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, el socialista Miguel Gracia, que acudió a la cita como presidente de la comisión de Despoblación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Pero nadie de la DGA. Fuentes del Gobierno aragonés aseguraron que no asistió ningún representante «porque no hemos recibido ninguna invitación para participar».

La cumbre sobre la despoblación, organizada por el colectivo El Hueco, contó con la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra; los presidentes de Castilla y León (Alfonso Fernández Mañueco), La Rioja (Concha Andreu) y Navarra (María Chivite), el vicepresidente de Castilla La Mancha (José Luis Martínez) y dirigentes como el portavoz de Cs, Edmundo Bal, y el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.

Unos dirigentes ante los que Sánchez ofreció construir una alianza nacional entre todas las instituciones para trabajar conjuntamente. «Garantizo que el Gobierno va a tender la mano a todos y cada uno de los territorios que quieran sumarse «a las grandes batallas que tenemos por delante». Sánchez se marcó como objetivo la tarea «inaplazable» de revitalizar los pueblos en todas las esferas de actividad para lograr la máxima cohesión social y territorial. «No queremos ser un país extranjero de sí mismo y donde los territorios y sus gentes se desconozcan», añadió.

A esas palabras precisamente se refirió Casado en su intervención para atacar a Sánchez por los posibles indultos. «Si no queremos un país extranjero de sí mismo, lo que hay que hacer es defender la unidad nacional, y para ello hay que defender a la Justicia que, legal y constitucionalmente, ha impuesto una sentencia a aquellos que han intentado romper la ley, la Justicia, la Constitución y la unidad nacional», señaló. Después de la alianza ofrecida por Sánchez ante la despoblación, le recriminó no haber recibido respuesta a ninguno de los diversos pactos de Estado que le ha planteado.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero pidió «ir más allá», que España sea valiente y se abra a la inmigración porque cree que es el único remedio para hacer frente a la despoblación. 

Guitarte: "El movimiento social trajo el debate"

Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe, participó en la primera mesa redonda, que compartió con la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, la ministra Ione Belarra y el diputado Juantxo López Uralde. El turolense destacó en su intervención que «obviamente» algo tenemos que ver en esto, y aseguró que «si este problema está encima de la mesa es por que un movimiento social lo ha puesto en el debate político, por ello exigimos que la asunción de este problema sea sincera y no se quede solo en la teatralización y verbalización de compromisos». Además, señaló que «estamos ante un momento histórico», ya que la última encuesta del CIS apunta que el 88% de la población española considera este problema como grave o muy grave, y que «hay que solucionarlo ya». «Hay consenso social y político, es el momento», zanjó el diputado Guitarte.  

El presidente de la DPH, Miguel Gracia, que acudió a la cita como presidente de la Comisión de Despoblación de la Federación Española de Municipios y Provincias, destacó que la cumbre sirvió para hablar sobre la despoblación «sin usarla como enfrentamiento entre territorios». «En un momento donde la política está muy tensionada, las palabras pacto, acuerdo y entendimiento han estado muy presentes», resumió.

El debate sobre la financiación autonómica y sobre una «legislación diferenciada en los lugares que son diferentes» también tuvo su espacio. «Si no hay economía, la gente se va», reflexionó. Y destacó, sobre todo, la posibilidad de retomar la presencialidad y de retomar el contacto con quienes hay retos compartidos.