La decisión del Ayuntamiento de Beceite, en el Bajo Aragón, de cobrar 10 euros a los propietarios de segundas residencias por estacionar en el párking de El Parrizal, un enclave natural muy frecuentado a siete kilómetros del pueblo, ha creado una oleada de indignación entre las familias que poseen casas en la localidad en las que pasan temporadas a lo largo del año.

El cobro empezó a aplicarse el año pasado, al igual que en el lugar conocido como La Pesquera, aunque en este es de seis euros por vehículo. Pero ahora, los visitantes temporales del pueblo, que en muchos casos descienden de Beceite si bien viven en Cataluña y otras partes, han decidido unirse para plantar cara a lo que consideran un trajo «injusto».

«Hasta el año pasado bastaba con disponer de la tarjeta de residente para no pagar por estacionar», explica Montse Boix, que tiene raíces familiares en Beceite.

«Hemos iniciado una campaña de recogida de firmas y hemos reunido cerca de 170», asegura Boix, quien afirma que se está preparando una movilización popular para el día 26 de junio para mostrar su descontento y darle visibilidad.

«Esto es pura discriminación», denuncia la residente, que hace hincapié en que en un principio el cobro se había impuesto a los turistas de paso que no se alojan en las viviendas de turismo rural de la localidad, enclavada en un paraje agreste de gran belleza que es muy frecuentado durante todo el año.

Por motivos económicos

«Nos tratan como a turistas de esos que vienen un día y se van, como si no pagáramos aquí nuestros impuestos municipales, que también contribuyen a las arcas del ayuntamiento», añade Montse Boix.

El consistorio, presidido por Juan Enrique Celma, del PP, alega, según los contrarios al pago del párking, que está en una mala situación económica, lo que le lleva a reducir el número de personas que se pueden beneficiar de descuentos y exenciones cuando estacionan a la entrada de El Parrizal y La Pesquera, que son dos puntos desde donde se realizan numerosas rutas senderistas por los conocidos como Puertos de Beceite, una sierra con curiosas formaciones rocosas que atrae a numerosos aficionados a la montaña.

En un informe, el equipo de gobierno, advirtió a mediados de este mes de mayo que la actual corporación había recibido de la anterior, de diferente signo político, una deuda en préstamos de 300.000 euros, así como otra deuda derivada de una sociedad pública municipal (Beseit Activa SL) creada durante el anterior mandato, esta por un importe cercano a los 800.000 euros.

«Nos hemos puesto en contacto con el ayuntamiento, pero no hemos recibido contestación», afirma Boix, que recuerda que también se ha esgrimido como argumento que el covid obliga a tomar medidas de control de accesos a unos lugares tan frecuentados.

Un portón colocado y retirado

De hecho, en el verano de 2020, Celma ya fue muy criticado por colocar un portón de hierro a la puerta del desfiladero de El Parrizal, según explicó para evitar aglomeraciones en tiempos de coronavirus. La propia DGA tomó voz en el asunto para criticar la medida y el portón fue finalmente desmontado y retirado de su emplazamiento

Ir andando al punto de salida de las excursiones no es la solución ideal, apunta Boix. «Son siete kilómetros que luego, a la vuelta, habría que volver a recorrer», manifesta. «Solo pedimos que se nos trate con justicia, pues residimos aquí y contribuimos también con nuestros impuestos a los gastos del municipio», añade.