La imagen de las largas filas y del pabellón lleno de jóvenes estudiantes de Ciencias de la Salud esperando a que pasaran los quince minutos de rigor tras la primera dosis de AstraZeneca que se produjeron en febrero en el campus de San Francisco de la Universidad de Zaragoza contrastan con la fotografía de la mañana de este lunes, donde apenas una veintena de personas acudían a la llamada para completar la vacunación, en este caso con Pfizer, tal y como ha recomendado el Ministerio de Sanidad.

En la puerta del pabellón de deportes nadie esperando, dentro, cuatro o cinco sillas ocupadas tras la inoculación y eso que estaban citados alrededor de 180 de alumnos cada hora. Los que han acudido a la llamada lo han hecho por diferentes motivos, unos por convencimiento y otros porque tienen exámenes este viernes. Desde la universidad, ya tenían previsto que más del 80% de los 3.300 alumnos de Ciencias de la Salud, Psicología y Trabajo Social rechazaran el vial de la empresa norteamericana, e incluso reconocían que la cifra podría acercarse, viendo las primeras horas, al 90% De hecho, de los citados este lunes (1.428) solo han acudido en Zaragoza 108; 18 de 332 lo han hecho en el campus de Huesca; mientras que en Teruel, que se ha inoculado con AstraZeneca, han asistido todos los llamados, 239.

Sara Gracia, estudiante de Terapia Ocupacional, estaba convencida pese a “dudar durante mucho tiempo, pero al final he querido dar un voto de confianza a Pfizer”. ¿El motivo? El estudio hecho por la Universidad Carlos III que daba por buena la combinación de vacunas “estaba hecho con pocas personas” pero otros realizados internacionalmente “no dan malos resultados, y por eso me he decantado” porque la segunda dosis sea de diferente laboratorio a la primera. A la hora de la decisión “creo que existe un componente social porque no tenemos capacidad para elegir y yo también estuve a punto de dejarme llevar”, asegura Gracia, quien reconoce que “los expertos también tienen dudas”.

Igual que Belén Hernández, estudiante de 5º de Medicina, que tras leer que “la incidencia de trombos en mujeres jóvenes” ha apostado por Pfizer, porque los efectos “inquietan”; así que la mezcla de viales se lo toma como unos “primeros anticuerpos” tras la dosis en febrero y ahora completar la pauta”. Antes de decidirse “me leí el informe de la Carlos III y pregunté a los profesores, que me dijeron que ellos no podían aconsejar algo concreto porque no hay evidencia científica si no que debe ser una decisión personal”; algo para lo que “no estamos suficientemente informados”.

Silvia Aguirre Cortés, alumna de Fisioterapia, ha sido mucho más práctica: “Tengo examen el viernes”, reconoce. Además, tiene claro que “todas las vacunas nos van a proteger”, aunque también asegura que “la gestión ha sido un poco extraña”. Y explica: “Ha tenido que ver la competencia entre farmacias”, además del “posible desabastecimiento de AstraZeneca y yo creo que prefieren guardarla para los mayores de 60 años”. “El tabaco, la píldora y el sedentarismo también provocan trombos” y la gente sigue fumando. Lo importante es que las vacunas “ofrecen protección y así se liberarán camas de hospital y ucis que están saturados”·.

También tiene una razón de peso Irene Vilella, estudiante de Trabajo Social, porque ella quería ponerse la segunda dosis de AstraZeneca, pero “no puedo venir por un asunto personal”, así que lo ha hecho con Pfizer, pero está “convencida” porque ha hablado con familiares y médicos y además “confío en que las vacunas son seguras”.

María Cortés, sin embargo, ha elegido el fármaco norteamericano porque su hermano, que es enfermero (ella estudia enfermería) “me aconsejó que me vacunara con Pfizer”, explica, porque ella lo que quería era “completar la pauta y tras tiempo pensando, él me la recomendó”. También Vicente Arto ha apostado por la misma marca porque “las dos son igual de seguras”, así que “no hay miedo”. Con la primera dosis de AstraZeneca pasó una mala noche, que espera que no se repita ahora.

Este lunes y están llamados a completar la vacunación alrededor de 3.300 alumnos, casi 2.700 en Zaragoza (entre el campus de la capital aragonesa y el de la Universidad San Jorge en Villanueva); 276 en el centro de Salud Teruel Ensanche; y 342 en un local cedido por el Ayuntamiento de Huesca en la calle Padre Huesca de la capital oscense.

En el campus de San Francisco, Salud Pública se han instalado dos puntos de vacunación, y uno en el que se cargan las inyecciones; porque se ha visto que es suficiente, aunque está previsto que el jueves y viernes cuando se acuda para vacunar con AstraZeneca se abra un punto más. El horario para el lunes (igual que para el jueves, ya que se han citado a todos los alumnos para los dos días y cada uno elegirá cuando acude) es de 9.00 a 13.00 y de 15.30 a 19.30; y para martes y viernes, de 9.00 a 14.00 horas. Para la jornada se trasladaron unas 600 dosis de Pfizer, para en el caso de que sobren se puedan distribuir las piezas sobrantes al 061 o a los centros de Salud.

La vicerrectora de Estudiantes y empleo tenía claro que “el 80% de los alumnos elige AstraZeneca” aunque han sido citados para dos días. “No está permitido cambiar de día, pero en el caso de que tengan un examen, tendrán un justificante y podrán vacunarse a otra hora".

En Zaragoza, este lunes tienen cita 1.428 estudiantes y el martes 886 alumnos. En Huesca, este lunes estaban citados 332 estudiantes para la vacunación con Pfizer y el miércoles será con Astrazeneca. Y, en Teruel, este lunes con Pfizer y el martes se inoculará con el fármaco de Oxford.

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En los próximos días se habilitará para el resto de los aragoneses inmunizados con una dosis de Astrazeneca la posibilidad de citación para la segunda dosis a través del sistema de autocita en la aplicación o en la web de Salud Informa, de forma que podrán escoger también entre dos agendas diferenciadas, con Pfizer y Astrazeneca, para completar su inmunización.

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Escasa afluencia en la jornada de vacunación con la segunda dosis de Pfizer JAIME GALINDO