Sabiñán, en la Comunidad de Calatayud, vivió este martes un día grande en su historia local. Tras más de 20 años de ausencia recuperó el cráneo del Papa Luna, que tras ser robado en el 2000 en el palacio de los Condes de Argillo, ubicado en la localidad, fue depositado una vez recuperado en los almacenes del Museo Provincial de Zaragoza, institución de titularidad estatal gestionada por el Gobierno de Aragón.

Allí ha permanecido dos décadas, el tiempo que ha necesitado Sabiñán para habilitar un espacio digno y seguro en el que mostrar la calavera de Benedicto XIII, que fue declarado hereje por la Iglesia católica en el siglo XV, poniendo así fin a una compleja disputa teológica.

El cráneo, que tiene la consideración de bien de interés cultural (BIC) fue trasladado ayer en un furgón custodiado por la Guardia Civil a Sabiñán, dado que fue en esta localidad donde reposaban sus restos, que se disputan también lugares como Illueca (donde nació) y Peñíscola, en la costa de Castellón, donde se halla el castillo en el que pasó los últimos años de su larga vida, pues murió cuando contaba con 95 años.

En la Guerra de la Independencia fue profanada por las tropas francesas la tumba del pontífice medieval, por lo que sus huesos nunca han reposado debidamente durante largos periodos de tiempo. El objetivo del consistorio es ahora que el cráneo regrese al palacio de los Condes de Argillo, una vez restaurado.

 Rehabilitación teológica

 Fuentes de Patrimonio de la DGA señalaron ayer que su nueva ubicación reúne requisitos para acoger la calavera, dado que la capilla está dotada de sistemas para controlar la humedad y la temperatura.

José Ignacio Marcuello, alcalde de Sabiñán, reconoció ayer la importancia del regreso del cráneo al lugar «del que nunca debería haber salido». El regidor subrayó que se trabaja, en coordinación con Illueca y Peñíscola, para conseguir la rehabilitación de la figura de Benedicto XIII, que fue excomulgado y apartado del seno de la Iglesia, un hecho que el prelado se negó a aceptar pues consideraba a machamartillo que representaba la ortodoxia en unos tiempos muy revueltos en la cristiandad.

El episodio del robo, cometido por dos hermanos del pueblo, uno de ellos menor de edad, causó una gran conmoción en Aragón. El suceso, que tenía algo de gamberrada juvenil, se saldó con sendas condenas en los tribunales.

Veinte años en un sótano

Los autores de la sustracción, que exigieron un millón de pesetas para devolver el cráneo, fueron detenidos por la Guardia Civil, pero la calavera fue a parar a las instalaciones del Museo Provincial de Zaragoza entre tanto se construía un espacio en el que estuviera segura, una situación que se ha prolongado veinte largos años.

«Ha estado 20 años olvidada en un sótano», lamentó ayer Marcuello, que considera que los lugares en los que vivió el Papa Luna deben crear un itinerario cultural que dé a Benedicto XIII el lugar que se merece en la historia.

Pero ayer no era día de lamentaciones sino de celebración y tanto el alcalde como los vecinos saludaron con alegría el regreso del ilustre cráneo.