En un momento en el que el precio de la electricidad no para de subir y genera incertidubmre en la industria, la planta automovilística de Stellantis (antes PSA) en Figueruelas está logrando reducir de forma notable su factura energética, que supone entre el 5% y el 10% de los costes de producción de un vehículo. De la mano del operador especializado Prosolia, la compañía lo ha conseguido con la puesta en marcha del mayor autoconsumo eléctrico de España, un parque fotovoltaico de 8,6 megavatios (MW) de potencia con el ya cubre ente el 15% y el 20% de su demanda y abarata el gasto de esa partida en la misma proporción. Este porcentaje llegará hasta el 35% y el 40% el próximo año con nuevas instalaciones de generación renovable, tanto solares como eólicas.

La factoría consigue así hacer de la energía una ventaja competitiva, un ancha de cara al futuro en un sector «siempre sujeto a deslocalizaciones a países con menores costes laborales o menores compromisos medioambientales», recalcó este viernes Ignacio Cortés, responsable de Proyecto en Stellantis Zaragoza, en la presentación de la iniciativa, un acto en el que también participaron el director de la planta, Manuel Munárriz, y la consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, entre otras autoridades.

La planta zaragozana cuenta con una posición privilegiado dentro del grupo --es la primera que se dota de un autoconsumo de estas dimensiones-- y en el conjunto del mercado en estos desarrollos energéticos por la disponibilidad de terrenos y la calidad de los recursos fotovoltaicos y eólicos del entorno. «Es nuestro primer gran paso en el camino hacia la descarbonización del proceso productivo», enfatizó Cortés.

Nuevas instalaciones verdes

Antes de que acabe el año, la empresa ampliará en 4,3 MW el campo fotovoltaico que ya está en marcha, situado en la zona sur del complejo industrial, que evita la emisión de aproximadamente 2.221,05 toneladas de CO2 y tiene una extensión de 87.000 metros cuadrados de superficie. También construirá en este espacio tres aerogeneradores de 3 MW cada uno, que se espera que estén operativos a principios del 2022. De esta manera, se dotará de un sistema de hibridación de tecnologías verdes que hará posible una generación estable y equilibrada, al cubrir el vacío productivo de la energía solar por la noche.

En total, alcanzará una potencia renovable de casi 22 megas, que permitirán cubrir toda la demanda eléctrica de la factoría en determinados franjas horarias si hace el viento y el sol son intensos.

La inversión en los nuevos proyectos ascenderá a 8 millones de euros, que se sumarán a los 4,2 millones que ha costado la instalación de autoconsumo que ya está en funcionamiento. Este desembolso no corre a cargo de Stellantis, sino de la empresa valencia Prosolia Energy, que se encarga de la realización y puesta en marcha de estas infraestructuras a cambio de un contrato de suministro de electricidad de 15 años con la fábrica. Pasado ese plazo, las plantas de autoconsumo pasarán a ser propiedad de la compañía automovilística.

Ayudas de la DGA

El Gobierno de Aragón ha tenido un papel determinante en este primer desarrollo renovable, que se ha ejecutado en plena pandemia y en un tiempo récord. La DGA concedió el pasado año –a través del Departamento de Industria-- una ayuda directa de 1,7 millones de euros a Prosalia, el operador seleccionado por Stellantis, en el marco del decreto de medidas urgentes y extraordinarias para el impulso de la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica.

El lanzamiento de estos proyectos es «un primer paso» de un objetivo más ambicioso: alcanzar casi el 100% de autoabastecimiento eléctrico con renovables. Para ello, Stellantis tiene previsto en un futuro desarrollar parques fotovoltaicos todavía de mayores dimensiones en la parte norte de la factoría. 

La empresa también está estudiando otras posibilidades para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono en el 2030. «Se trata de un reto crucial a corto plazo con influencia en nuestro posicionamiento como green factory (fábrica verde) dentro del grupo», afirmó Silvia Alías, coordinadora medioambiental de la fábrica.

El abaratamiento de la factura eléctrica se producirá en varias vertientes. Además de pagar por la luz autoproducida un precio más reducido que en el mercado libre, Figueruelas verterá a la red los excedentes de energía que no consuma la fábrica. Y en paralelo, la planta reducirá el coste por los derechos de emisiones de dióxido de carbono (CO2), cuyos precios se han cuadruplicado desde 2017 y van a seguir creciendo.

Juan Carlos Guaita, director de Prosolia, calificó de «proyecto estrella» el trabajo desarrollado junto a Stellantis porque están liderando un cambio que «la sociedad reclama» y ha recordado que es la «primera en hacerlo siendo valientes y con un modelo acertado y con sentido».