Las tormentas que el jueves habían descargado con violencia en el centro de Aragón, en especial en el Sistema Ibérico y sus estribaciones, se movieron ayer al Pirineo oscense. Las nubes rompieron a llover con especial intensidad en Aragüés del Puerto, donde se registraron 21,2 litros por metro cuadrado que cayeron en cuestión de pocos minutos y tuvieron un carácter «muy fuerte», como apuntó Rafael Requena, responsable en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). No se registraron sin embargo daños como ocurrió el día anterior en Santa Cruz de Grío, Cucalón, Lanzuela y otras pequeñas poblaciones de las provincias de Zaragoza y Teruel.

Asimismo cayeron precipitaciones de carácter fuerte y concentrado en Bielsa (29 litros), Canfranc (14), Búbal y Torla (17). También se produjeron valores elevados en Panticosa (22 litros).

Ninguna de ellas tuvo carácter torrencial, rango que sí alcanzó en cambio la tormenta que se abatió sobre Calatayud y su entorno en la jornada del jueves. En algunos lugares, como Santa Cruz de Grío, cerca de La Almunia descargó granizo y se llegaron a desplomar los muros de viejas construcciones. Los cerezos de esa parte de Aragón, de maduración tardía al hallarse a bastante altitud, sufrieron daños que echaron a perder la cosecha.

Pendientes de la evolución de las nubes

En las comarcas pirenaicas, desde la de Jaca a la Ribagorza, pasando por el Alto Gállego y el Sobrarbe, los servicios de Protección Civil estuvieron pendientes de la evolución del tiempo en todo momento pero al final no fue precisa su intervención.

«No ha ocurrido nada grave que haya requerido nuestra  movilización», señaló Pedro Sancho, de Protección Civil del Alto Gállego, que no obstante advirtió de que aún podían producirse tormentas a lo largo de la tarde, como es habitual en el Pirineo aragonés en cuanto se produce un brusco aumento de las temperaturas.

En puntos situados más al sur de la cordillera, como Jaca, Bailo y Almudévar también llovió con intensidad, si bien el agua llegó más repartida y en un mayor margen de tiempo.

«Llevamos cuatro días de junio y han caído tormentas todos ellos», resumió Rafael Requena. «Este mes ha empezado ha empezado con mucha actividad», continuó el responsable de Aemet, que indicó que hoy solo se registrarán episodios tormentosos en Teruel y mañana la inestabilidad tenderá a moverse en dirección este, hacia Cataluña. De momento, en la tarde ayer se empezó a notar un cambio de tendencia, con el desplazamiento de la zona de temporal tormentoso hacia las sierras del sur de la comunidad.

El riesgo se desplaza hacia Huesca y Teruel

En el día de ayer existió un elevado riesgo de tormentas en amplias zonas de Huesca y Teruel, donde se activó la alerta naranja, al tiempo que Zaragoza bajó a la amarilla tras haber estado naranja previamente.

En el municipio de Zaragoza, durante la madrugada de ayer se produjo una fuerte tormenta que descargó entre 6 y 9 litros por metro cuadrado. Se trató de un fenómeno que, pese al fuerte aparato eléctrico, no produjo daños dignos de mención. La situación se prolongó varias horas.

Hoy está previsto que las temperaturas comiencen una paulatina recuperación que será más rápida en el valle del Ebro y el toda la parte central de la comunidad. En el caso de Zaragoza, se podrían alcanzar y superar los 30 grados centígrados a partir del martes, unas temperaturas más acordes con la época del año.