Los datos son claros y pesimistas. Un 25% de los médicos ha estado de baja por motivos relacionados con el covid; un 33% de los profesionales tiene problemas para conciliar el sueño; uno de cada cuatro recurre a servicios de apoyo a la salud mental y más de un tercio ha llegado a barajar la idea de abandonar la profesión. Estas cifras que se desprenden del estudio realizado por un equipo de investigadores de la Fundación Galatea, la Organización Médica Colegial y Mutual Médica pueden «extrapolarse a Aragón» porque se realizó con más de 4.500 médicos de toda España, ha asegurado la presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza, Concepción Ferrer. La encuesta se hizo en tres momentos, antes del covid, entre marzo y mayo y en octubre y ha crecido el índice de agotamiento personal (61,8%), el sentimiento de estar sobrepasado (51%) y el consumo de tranquilizantes e hipnóticos (del 18,6 al 29,4%).

Este es uno de los motivos por el que el Colegio de Médicos de Zaragoza y la Sociedad Aragonesa y Riojana de Psiquiatría han puesto en marcha un servicio de atención psiquiátrica continuada para atender a sus miembros afectados por la pandemia. «Puede haber un problema de salud mental y se piensa que se puede resolver sin pedir ayuda pero puede quedar enquistado», ha explicado la presidenta. Durante las 24 horas del día el teléfono 627834193 está atendido por especialistas de forma «confidencial» y alejado «del entorno donde el profesional realiza su función». En estos momentos son tres los psiquiatras que atienden pero «se pueden ampliar según las necesidades».

gran desgaste

Esa asistencia se deriva a un programa compuesto por «cuatro visitas presenciales en seis meses», afirma Ricardo Campos, psiquiatra y miembro de la Sociedad Aragonesa de Psiquiatría, en las que se pretende tratar a los colegiados que «tengan malestar psicológico significativo» derivado de la pandemia. Y es que desde la organización se considera que «todo el profesional sanitario y los médicos también, han tenido un mayor desgaste y estrés en virtud de los duelos», ha asegurado; que pueden manifestarse en «pérdida de ilusión, motivación, en pensar en jubilarse precipitadamente y, de forma más drástica», en pensar en dejar la profesión porque la situación ha sido «especialmente adversa en el día a día». Y eso tiene síntomas emocionales y también físicos como «el mal dormir, la líbido... que afecta a todos porque los médicos somos también pacientes».

La pandemia dejará secuelas importantes en los profesionales, sobre todo «mayor vulnerabilidad y mayor fatiga». En un primer momento, existe una reacción de «estrés agudo» y luego llega a la fase clínica que tiene que ver con «la tristeza covid o poscovid o con reminiscencias violentas traumáticas» que han sido cualitativamente diferentes a las acostumbradas en el ejercicio de la profesión». El programa no se basa en un «diagnóstico» si no que se ofrece «escucha activa» y el análisis de «la situación clínica que tiene que ver con la situación personal». En este sentido, ha dicho Campos que «la profesión y el contexto son características personales» y por eso, en las cuatro sesiones se «abordará la vivencia de las personas colegiadas en relación con la exposición a la pandemia, pero también abierto a las motivaciones personales».

Herramientas

Los psiquiatras pueden aportar herramientas para afrontar la situación de los médicos; en el caso de «mayor gravedad incluso puede necesitar tratamiento farmacológico», pero en principio el «enfoque es de intervención psicológica, de escucha activa y apoyo». El malestar psicológico está presente «en todo los seres humanos», también a los médicos y en el contexto de la pandemia, esta situación ha afectado sobre todo a los enfermos, las familias y los sanitarios», porque la atención a pacientes con covid ha eclipsado a otros enfermos.

Este servicio acaba de ponerse en marcha y todavía no hay cifras de número de atendidos, pero se alargará hasta finales de año y después se revalorará si es necesario que continúe.